Laura Matamoros desvelaba hace algunos días el problema que lleva arrastrando desde hace un año y que ha mantenido en secreto. La influencer se sinceraba con sus seguidores y con toda clase de detalles revelaba la enfermedad que padece: un glaucoma de tensión baja, dolencia que podría haber heredado de su padre, Kiko Matamoros, y que afecta directamente a la visión.
"Su glaucoma y el mío son distintos. Creo que no es heredado de mí pero yo le he dado muchas vueltas. Mi hija, además de guapa y joven, tiene una fortaleza mental tremenda y yo sé que lo va a llevar bien", confesaba el propio Kiko Matamoros en 'Sálvame' y parece que así es.
Con la enfermedad diagnosticada, ahora es tiempo de atajar los problemas gracias a los consejos de los médicos y recuperar la normalidad. El día a día de la influencer pasa por hacer contenido para su perfil de Instagram, entrenar, visitar el restaurante que ha montado con el padre de su hijo y hacerse algún que otro tratamiento estético. Con la mayoría de los eventos cancelados a consecuencia de la pandemia, Laura Matamoros se ha volcado más si cabe en su hijo Matías, de dos años.
Laura Matamoros se vuelca en su hijo Matías
La hija de Kiko Matamoros está exprimiendo al máximo esta etapa y este miércoles era fotografiada mientras salía al parque con el pequeño de la casa. Con plumas negro y chándal, Laura disfrutaba de lo lindo de ver a Mati, como le llaman cariñosamente, sobre el monopatín.
Aunque le encantaría dar un hermanito a Matías, sobre todo por la magnífica conexión que ella mantiene con todos sus hermanos, parece que ahora no es el momento y es que el pequeño no le deja tiempo para nada. Hace algunas semanas pedía ayuda desesperada para abordar las rabietas del niño algo que ha solventado gracias a los múltiples consejos de sus seguidores.
Laura Matamoros, tarde de paseo con su hijo Matías