La fama no solo hay que ganársela, también hay que mantenerla, y eso lo sabe muy bien Victoria Beckham. De ser la integrante de una banda prefabricada de chicas, Victoria pasó a ser una estrella mundial, una diseñadora de éxito, una de las mujeres más envidiadas del planeta y un icono de estilo que convierte en tendencia todo lo que toca. Y claro, con tanto lujo, se pierde la noción de la realidad y las exigencias se disparan. Ya no hay nada suficientemente bueno, caro y exclusivo como para contentar a la pobre Victoria, así que, poco a poco, se ha ido labrando una fama de diva inaccesible que seguro que no tiene nada que ver con su carácter real. Pero si queréis haceros una idea de lo que estamos hablando, aquí tenéis algunas de las excentricidades más locas de nuestra 'Posh Spice':

1. En los cáterings, solo fruta

Para sus sesiones de fotos, Victoria exige que el catering esté compuesto exclusivamente de fruta. Pero no le valen las de temporada. La diseñadora necesita: piña cortada en trocitos con cáscara rallada de lima, uvas verdes deshuesadas, uvas rojas congeladas, pera troceada con zumo de limón, manzanas, pomelo rosa pelado, fresas, arándanos y frambuesas. Todo bien cortadito y sin que se toquen unas con otras.

2. Un helicóptero para recoger a sus hijos en el cole

Y no crean que la fruta es su única exigencia. Durante una sesión de fotos para Vogue Australia, la diseñadora solicitó que la esperara un helicóptero a la salida del set para que la llevara al colegio de sus hijos, ya que tenía una reunión con los profesores de su hijo Brooklyn. Porque ante todo, Victoria es una madre muy comprometida y atenta.

3. Miedo a las bacterias

Victoria, además, cuida mucho su alimentación, hasta el punto de controlar la composición de todo lo que va a tomar. Durante una sesión publicitaria, la diseñadora rechazó un café por estar hecho con agua del grifo, pese a que ésta había sido hervida con antelación para evitar todo tipo de posibles bacterias.

4. Un empleado para abrir regalos

Cuando se forma parte de una de las parejas más famosas del mundo, suponemos que se reciben muchos regalos por parte de marcas, patrocinadores, publicidades y demás amistades. Pero David y Victoria no tienen tiempo para sentarse a abrir los paquetes, así que durante las Navidades contratan a una persona para que abra los regalos por ellos. Todo por el módico precio de 1.800 dólares (13.360 euros).

5. Carcasa de móvil... ¡de oro!

Una diva tiene que estar siempre comunicada, y más si se es tan activa en las redes sociales como Victoria. Así que la ex Spice pidió al diseñador Stuart Hughes que diseñara una carcasa para su iPhone de oro macizo, valorada en 33.000 dólares (24.500 euros). ¡Como para dejárselo olvidado en una terraza!

6. Fortunas en maquillaje

Una de las grandes sorpresas de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres fue la aparición de las Spice Girls. Pero no piensen que todas cobraron lo mismo. Victoria se gastó 15.000 libras (1.897 euros) solo en maquillaje, peluquería y estilismo, la misma cantidad que se gastaron las otras cuatro juntas.

7. Pasión por el blanco impoluto

Cuando llega a un hotel, Victoria exige que su habitación esté decorada únicamente con color blanco. Además, solicita a los responsables del hotel que pongan velas y rosas, evidentemente blancas, en su honor.

8. Que cambien los demás

Y no piensen que tiene exigencias solo para los hoteles. Para el lanzamiento de uno de sus perfumes, Victoria exigió que unos grandes almacenes cambiaran toda su decoración para adaptarse al color de su perfume: el violeta. Los responsables de la cadena argumentaron que durante el evento podrían una alfombra violeta, pero eso no era suficiente para la diva. Al final, terminó saliéndose con la suya.

9. Vuelos en primera para toda la familia

Pero los peor parados en la historia de las excentricidades de la cantante han sido los de la compañía aérea British Airways. Victoria exigió a la compañía que le facilitara vuelos en primera clase de por vida para ella, su marido David y todos sus hijos, como compensación al robo de su equipaje que sufrió dentro del aeropuerto de Heathrow. Las maletas sustraídas contenían la ropa de la diseñadora, pero también muchos recuerdos personales e incluso su agenda personal, con todos los contactos y números de teléfono. La compañía ofreció 100.000 libras (126.500 euros) a la diseñadora, pero ésta se sintió insultada por la oferta. Finalmente, las maletas fueron recuperadas y no tuvieran que desembolsar nada.