Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
De tal palo, tal astilla. Aunque en este caso hay que decir ‘de tal palo, tales astillas’, porque las gemelas de Sarah Jessica Parker han salido calcaditas a su madre, por lo menos en cuanto a afición por la moda se refiere.
Mismo gusto estético, misma pasión por los estilismos arriesgados e igual fijación por los colores llamativos. Las niñas han encontrado en su madre a su referente estético, como también lo han hecho tantas y tantas mujeres, tan sólo que ellas la tienen dentro de casa y de esta manera es increíblemente más fácil admirar a alguien.
Ya hemos visto a las pequeñas hacer frente a las altas temperaturas de Manhattan vistiendo bañador por las calles, luciendo chubasqueros cuando la lluvia todo lo inundaba, y ahora, bajo la nieve, estas dos monadas siguen sin defraudar. Caminando de la mano de su madre, las niñas, Marion y Tabitha, conjuntaban sus looks con el de su célebre progenitora. Las tres iban con botas de lluvia, las de la actriz en color militar, mientras que las pequeñas se decantaban por la versión más colorida, pantalones abrigaditos para todas, abrigos de plumas y los gorros más llamativos que había en la tienda. Para las niñas, en colores ácidos y para la madre en su versión más chic hecho en cachemir. Así da gusto pasear por Nueva York a pesar de las bajas temperaturas.
Es habitual que se repita esta escena. SJP lleva a sus hijas al colegio y después ella se vuelve a sus quehaceres diarios que nada tienen que ver con la alocada vida de su Carrie Bradshaw. La actriz lleva una vida muy familiar. Raras son sus salidas por la noche y no se prodiga en eventos, salvo que sean compromisos laborales. Entonces sí, se calza los ‘Manolos’, saca la artillería pesada de su armario y se convierte en la reina de la Gran Manzana, pero mientras, esta reina prefiere tener la más tranquila de las existencias.