Richard Gere está coladito por una española, una gallega, para más señas. ¿Su nombre? Alejandra Silva, un nombre bastante conocido entre la ‘high class’ de nuestro país, a la que el actor saca 33 años, porque Silva tan solo tiene 32. Pero a esta edad ya ha sido esposa de un adinerado americano y ha cumplido el sueño de miles de enamoradas y enamorados del actor de ‘Pretty Woman’, conseguir que su corazón se desboque al mínimo contacto visual. Si es que ya lo dicen: “Galicia, calidade”.

La pareja ha hecho pública su relación en Sicilia, y ya iba siendo hora, porque, según publica ABC, la pareja lleva saliendo desde hace un año. No hay duda de que van en serio.

Con una educación recibida en los mejores colegios del mundo, Alejandra se empezó a juntar desde bien niña con lo más granado de la alta sociedad, así no es de extrañar que su exmarido tuviera uno de los apellidos más poderosos de EEUU, Friedland, puesto que es hijo de uno de los magnates más ricos del país. El exmatrimonio se encuentra tramitando todos los papeles del divorcio, por lo que, si Alejandra y Richard decidieran casarse de aquí a un tiempo, podrían volver a hacerlo. ¿Os imagináis esa boda? Ya vemos a Gere en Santiago de Compostela vestido de novio y poniéndose hasta arriba de percebes. ¡Cómo nos gustaría ver ese momento!

La pareja ha hecho pública su relación en el Festival de Cine de Taormina, al que han acudido porque el actor recibía un homenaje a toda su carrera. Era, por tanto, el marco más propicio para comunicarle al mundo su amor por la española y tener algo más que celebrar.  

Según revela el diario, la joven vive entre Nueva York y Madrid, lo que ha hecho que Richard haya venido a visitarla en alguna ocasión a nuestro país. Los que sabían de esta relación aseguran que las cosas entre ellos funcionan de la manera más discreta posible. Prefieren reservar su intimidad y vivir este romance alejados de las cámaras. Pues creemos que eso se ha acabado, porque Alejandra, de la noche a la mañana, se ha convertido en la mujer más buscada del planeta. Pero si Amal Alamuddin pudo digerir la fama sin problemas, seguro a Silva tampoco le cuesta lo más mínimo.

Están muy enamorados y entregados a su relación, tanto es así, que Silva desea aprender más de la fe que profesa su chico, el budismo, por eso ha comenzado a estudiar la religión. Y es que por el amor de un hombre así, una es capaz de todo.