Kiko Rivera: Alicia, la camarera con la que habría sido desleal a Irene Rosales, da su versión

Kiko Rivera reconoció abiertamente que durante su matrimonio ha sido infiel a su mujer, Irene Rosales. La última, el pasado mes de enero y la protagonista no es otra que una de las camareras de la discoteca que posee en Sevilla y que responde al nombre de Alicia. Muy sincero, el Dj contó que estuvieron tonteando por el móvil, pero que nunca llegaron a quedar ni a dar ningún paso más. ¿Es verdad?

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Ahora le ha tocado el turno a esta sevillana de 26 años quien ha dado su versión de lo ocurrido. La joven ha explicado en una entrevista en 'Sálvame' que conoció al hijo de Isabel Pantoja en una cena de empresa. Salieron a fumar y ella comentó el frío que tenía, fue en ese momento cuando Kiko le cedió su chaqueta: "Esa noche él me escribe por Instagram para decirme que me quedara con la chaqueta", explica. Gesto que significó el inicio de un 'tonteo' que según Alicia "fue más por su parte que por la mía".

Esta atractiva rubia que ha puesto patas arriba el matrimonio entre Kiko Rivera e Irene Rosales le confesó a Jorge Javier Vázquez que lo que más le gustaba del Dj "era su manera de ser, es una persona 10", eso sí, nunca se planteó dar un paso más. Aunque no quiso dar muchos detalles, finalmente aceptó que hubo más que conversaciones: "Encuentros ha habido. Encuentros hemos tenido en la discoteca pero no voy a contar lo que pasó", algo que el Dj negó de manera tajante el pasado sábado.

Irene Rosales termina con todo

Tal y como reconoció la propia Irene este fin de semana en 'Viva la vida', ella intuyó algo: "Las mujeres tenemos un sexto sentido". Ha sido Alicia quien ha confesado que la mujer de Kiko Rivera se puso en contacto con ella para pedirle que se apartara de su marido. "Él se mensajeaba conmigo y me imaginé que le había pillado y lo puedo llegar a entender. Fue correcta y yo la entendí. Yo también le respondí correctamente", aseguró. Ese fue el punto de inflexión y es que afirma que desde ese día nunca más volvieron a intercambiarse mensajes y cuando se veían por la discoteca ni se saludaban.