Casi dos meses ha tenido que estar alejado de su casa Kiko Hernández. El nacimiento de sus hijas, Abril y Jimena, en enero precipitó sus planes, puesto que pensaba que estas vendrían al mundo en febrero. Ahora, tras esperar casi dos meses a que todo estuviera en regla y las niñas pudieran volar al que será su hogar, el colaborador ha podido emprender el viaje más importante de su vida: su regreso a España con sus pequeñas.

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Kiko Hernández, un padrazo que no se separa de sus hijas en el hospital

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Ayer, en ‘Sálvame Diario’, Paz Padilla anunció con gran ilusión que su compañero estaba de vuelta. Ahora toca empezar con la auténtica rutina, y que arranque el que será su día a día a partir de ya. Una de las primeras cosas que hizo nada más instalarse, fue presentar a las mellizas a sus compañeros, esos que tanto lo han apoyado. “Las niñas están estupendas”, ha revelado Paz, “lo hemos visto cansado, ojeroso, pero es normal porque tiene dos bebés a su cargo pero feliz y pletórico”.

A pesar de la privacidad con la que ha manejado el tema el propio Kiko, poco a poco hemos descubierto cosas sobre cómo han sido estos primeros días de su paternidad. Según sus amigos, con quienes ha estado en contacto permanente, el madrileño no se ha despegado de sus mellizas, que, al haber nacido algo prematuras, han tenido que estar algún tiempo en el hospital. Una de sus mejores amigas, que visitó el programa por el Día de San Valentín para avanzar algunos detalles de esta preciosa experiencia, aseguró que su íntimo llegaba a echar 12 horas en el hospital sin moverse del lado de sus pequeñas. Hernández ha luchado muy duro para que estas niñas viniesen al mundo y ya ha demostrado que jamás les fallará, pues son lo más importante que tiene.

Nacidas a través de la gestación subrogada y de una donante de óvulos, Abril y Jimena se han convertido en la mayor prioridad para su padre, quien pasará algunos meses alejado de la televisión para dedicarse, en cuerpo y alma, a cuidar de sus descendientes. El sueño de su vida.