Nadie es perfecto. Ni siquiera Jennifer Aniston (45), que ha confesado en una larga entrevista a The Hollywood Reporter que padece dislexia. "Tenía veintipocos años y fui al médico porque creía que necesitaba gafas. Me hizo leer un párrafo y luego me hizo diez preguntas sobre lo que acababa de leer. Solo contesté correctamente tres. Entonces me miró los ojos con un ordenador que mostraba dónde iban mis ojos cuando leía. Mi vista saltaba cuatro palabras y luego volvía atrás otras dos. También me detectaron que tenía un ojo vago. Fue cuando me diagnosticaron que padecía dislexia".

 

Esta revelación cambió su vida. "Hasta ese momento, pensaba que yo no era muy lista, porque no era capaz de retener casi nada de lo que leía. Pero tras ese descubrimiento, sentí que todos mis traumas de la infancia, mi gran drama, se extinguían". Jennifer aniston admite, eso sí, que esta anomalía todavía está en su vida, pues aún le cuesta retener lo que lee y se salta palabras, lo cual es un inconveniente a la hora de aprenderse los guiones que ha de interpretar.

 

Pero no solo la dislexia le causa problemas en su profesión. También la hidrofobia que padece. "Tengo pánico al agua", confiesa la actriz, que lo pasó fatal al rodar una escena en la que su personaje se tira a la piscina con la intención de quitarse la vida. "No podía lanzarme al agua, daba rodeos, volvía hacia atrás, empecé a gritar, tenía mucha ansiedad, algo como '¡no llores, no llores, no llores!'... Entonces el cámara que estaba bajo el agua salió y me dijo: 'No hagas esto. No lo hagas nunca más'.

 

En la entrevista, Jennifer comenta que está un poco cansada de la etiqueta de 'víctima de Hollywood' que arrastra, pues siempre le preguntan por su fallido matrimonio con Brad Pitt y cómo fue su ruptura, por su no maternidad y por su alergia a volver a casarse. La actriz, que comparte su vida con el actor Justin Theroux (43), dice que no sabe cuándo se casará: "Pero si lo supiera, tampoco lo diría", concluye.