Ivonne Reyes ha recibido el alta y ya descansa en su domicilio madrileño, tras haber sido intervenida en la clínica Rúber de un pequeño tumor en uno de sus ojos. Mientras esperaba el coche que la viniera a recoger, Ivonne estuvo paseándose a las puertas del hospital e incluso saludó con la mano a los medios congregados en el centro sanitario.

La intervención quirúrgica fue totalmente satisfactoria, aunque Ivonne abandonó la clínica aún con los efectos de la sedacción. La modelo, actriz y presentadora ingresó en la Ruber Internacional ayer viernes por la mañana y, 24 horas después, fue dada de alta. Ivonne ha estado acompañada en todo momento de su hijo, Alejandro, de 18 años, y de su hermana Clairet, que es también su mano derecha.

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Hace unos días, fue la propia Ivonne la que reveló que tendría que pasar por el quirófano. "Me tienen que operar porque tengo un pequeño tumorcito en el ojo", comentó la venezolana un día antes de acudir a los juzgados para asistir a la vista previa de la causa que tiene pendiente con la hija y la expareja de Pepe Navarro, a quienes demandó por atentar al honor de su hijo, Alejandro, cuando este era menor de edad. Esta demanda fue desestimada en su día, pero Ivonne la recurrió.

Poco antes de abandonar la clínica, Ivonne hizo detener el coche para atender amablemente a los reporteros. Su estado, sin embargo, no era el idóneo para ofrecer unas grandes declaraciones, pero tranquilizó a familiares y amigos con un "estoy bien" y aclaró que no podía hablar mucho "porque aún voy sedada". Desde el coche, Ivonne quiso agradecer las muchas muestras de preocupación y cariño por este problema de salud que ha padecido.