Poco se podían imaginar los responsables de 'Sálvame Deluxe' que la entrevista a Diego Amador, el plato fuerte del programa de la noche, quedaría relegada a un segundo plano total. La responsable de chafarle los planes a todo el mundo fue nada menos que Isa Pantoja, que a mitad de entrevista entró por teléfono robándole todo el protagonismo al invitado. Diego acudía al programa para contar los detalles de una supuesta relación que había tenido con ella.

Serena, tranquila y segura de sí misma, pero también arrepentida. Isa llamó desde un restaurante para confirmar que su infidelidad a Alejandro Albalá con Diego Amador era cierta pero también para pedirle perdón a su pareja delante de todo el mundo: "Ya he pedido perdón a Alejandro en privado pero quiero hacerlo en público". Según la propia Isa, Alejandro estaba en el restaurante con ella pero no sabía que hablaría en directo con el programa. "Me arrepiento de que haya sucedido", confirmaba a Jorge Javier. Y cuando el presentador le preguntó qué opinaba de Diego Amador, despachó el tema diciendo que "este tipo de personajes se retratan ellos solos".

Isa confirmó en su llamada que había tenido relaciones con Diego al volver de 'Supervivientes'. "Estaba perdida", confesó. Pero mientras su amante sevillano jura y perjura que tuvieron 3 encuentros sexuales (2 en un coche y uno en un hotel), Isa solo reconoce estar con el una vez. También confirma que cuando ocurrió, a principios de agosto, ella y Alejandro no estaban juntos.

Poco importaban ya los 'whatsapps' que se habían cruzado Diego y ella ni si eran más o menos picantes, con su llamada Isa captó toda la atención. El mismo Jorge Javier admitió que gracias a esto, la historia de Diego 'ya estaba pasada'.

La pequeña de los Pantoja no pudo confirmar si Alejandro había aceptado sus disculpas, ni las privadas ni las públicas. Deshechó los rumores sobre si su pareja 'es un mantenido' y se mostró tranquila respecto a su familia sobre este tema: "Mi madre lo entenderá y Kiko también".

Un punto y seguido en el historial amoroso de esta joven que, eso sí, a sus 19 años ha demostrado querer ser dueña y señora de sus apariciones públicas y de controlar hasta el mínimo detalle lo que se cuenta de ella.