Irene Rosales: su transformación forzosa un año después de la muerte de su madre

Entre los episodios más negativos se encuentra el conflicto que mantienen Kiko Rivera e Isabel Pantoja. Por un lado la colaboradora de ‘Viva la Vida’ lo pasa mal al ver a su marido sufrir. Ella se ha convertido en el apoyo fundamental del DJ y aunque siempre intenta mantener una actitud correcta y sin mojarse demasiado, le resulta inevitable sacar las garras por su marido cada vez que lo necesita. Cuando ha hablado de este tema, en más de una ocasión se ha acordado de su madre. Irene ha asegurado que si Maite estuviera con ellos, les hubiera dado muy buenos consejos sobre cómo afrontar la situación.

Una situación que de alguna manera también le ha salpicado a ella. Aunque la polémica la mantiene Kiko Rivera con Isabel Pantoja, el hecho de que la pugna por la herencia de Paquirri haya visto la luz ha hecho que lleguen informaciones que aseguran que la cantante no habla bien de su nuera. Comentarios que aunque Irene Rosales intenta que no le afecten, de alguna manera sí que le duelen.

Pero no todo ha sido negro en los doce meses que lleva Irene Rosales sin Maite a su lado. Laboralmente ha sido un año de éxitos. La mujer de Kiko Rivera se ha afianzado como colaboradora en ‘Viva la Vida’, donde se ha convertido en una de las más queridas por parte de sus compañeros y también por Emma García, que siempre muestra su devoción hacia ella. En cuanto a trabajo se refiere, Irene ha encontrado en las redes sociales otra de sus fuentes de ingresos. Cada vez cuenta con más seguidores y esto hace que las marcas confíen en ella como imagen de sus productos.

Aunque más allá del trabajo, si hay algo que es importante para Irene Rosales es la estabilidad familiar. Por eso este año ha sido fundamental con Isa Pantoja. Después de tiempo distanciadas, la hermana y la mujer de Kiko Rivera mantienen ahora una buena relación. Algo que se ha extendido a que Irene también se lleve bien con Asraf Beno.

Pero sin duda sus grandes pilares son sus hijas Ana y Carlota. Irene Rosales ha encontrado en ellas su gran refugio y cada día vive por y para ellas. Gracias a las pequeñas continúa celebrando ocasiones como la Navidad o los cumpleaños, y siempre se muestra muy orgullosa de la familia que ha formado con Kiko Rivera. Siente una gran pena por el hecho de que su madre no pueda disfrutar de sus niñas, pero sabe que por ellas tiene que seguir adelante con la mejor de sus sonrisas.