Se estrena la semana que viene, pero el reparto de El Príncipe tuvo anoche la oportunidad de ver su trabajo en la pantalla grande en una premiere del primer capítulo.
Álex González, Rubén Cortada, José Coronado e Hiba Abouk protagonizan este thriller policíaco con el marco de uno de los barrios más conflictivos de este país, el de El Príncipe, en Ceuta, de fondo. Un lugar en el que además de sumarse todos los problemas que acarrean las zonas marginales, como las drogas o la violencia, el choque de dos culturas, la musulmana y la cristiana, agudiza los conflictos.
Basada en hechos reales, la lucha de la policía por neutralizar la radicalización del barrio con ceñudas yihaddistas, El Príncipe se perfila como un proyecto muy ambicioso. "Yo prefiero El Príncipe a Hollywood", confesaba José Coronado quien da vida al inspector de policía de métodos poco ortodoxos que tiene que acoger a Álex González como nuevo jefe recién llegado de Madrid. "Alex me recuerda a mí de joven, pero él me va a pasar a mí por la derecha. Es un gran actor. Y nos tenemos tanto cariño que ha sido muy difícil rodar muchas escenas. Yo le decía: tío, que no, que me tienes que odiar".
Para González, que no quiso hablar de su ruptura con Adriana Ugarte, "porque es un tema que no sólo me afecta a mí, y además que me duele", también los nueve meses de rodaje que ha durado la producción de la serie ha sido toda una apuesta personal. "Surgieron varios proyectos, incluso fuera, pero mi compromiso con este papel, con este personaje, y sobre todo con esta historia, era mucho mayor". De hecho, aún señala que le parece estar viviendo su verdadera vida como una tercera persona, como un espectador. "Hasta el jueves pasado estaba rodando y ahora, sin embargo, estoy hablando de ello como si hubiera pasado. Y no. Han sido unos meses muy intensos, de mucha concentracion y la historia es tan dura, que no había siquiera lugar para las risas".
Hiba Abouk, vestida por Stella McCartney, hacia la misma apreciación. Una seriedad que no sólo venía provocada por la dureza de la historia, sino también por la localización, las tres primeras semanas de grabación se hicieron in situ, y porque al tratar la confrontación de religiones, podían herirse sensibilidades. "Como mujer de origen árabe nunca habría aceptado que se dañara la imagen musulmana", aseguraba la actriz que por el contrario confesaba estar muy orgullosa de formar parte de la primera serie española con una familia musulmana como protagonista.
El cubano Rubén Cortada da vida a la oveja negra de la familia. Es su segundo papel, pero los gritos de cariño del público asistente y de los curiosos eran todos para él. "No tengo conciencia de haberme convertido en un sex symbol. Yo sólo hago mi trabajo lo mejor que puedo. Pero sí estoy sorprendido. Y guapo, guapo no me veo. Quizás es que siempre he vivido dentro de mi y ya no lo veo", decía entre bromas este actor que confiesa que su familia en Cuba no sabe nada. "Se terminarán enterando. Al final todo se sabe. Lo único que les he dicho es que estoy bien. Pero en momentos como este sí que les echo de menos. Me gustaría que estuvieran ahí, detrás de la puerta del cine, esperándome". Ellos, sus familiares, no estaban presentes, pero sí muchos rostros de Telecinco como Jesús Vazquez o Tania Llasera o actrices como Lolita y su hija Elena o Loles León.