Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Con esa sonrisa de tipo duro, esa mirada intensa y esa cicatriz en el labio, pocos se imaginaría a Harrison Ford disfrazado de monja o de vaina repleta de pequeños guisantes.

 

Han Solo se convierte en un auténtico mago del disfraz cuando llega Halloween. Y no le teme a nada por muy ridículo que sea. Acompañado de su inseparable Calista, el actor ha encontrado en su esposa a la horma de su zapato en cuanto a Halloween se refiere. El matrimonio no falla ningún año y ya son míticas sus salidas para pedir caramelos junto a su hijo Liam.

 

El héroe se desmonta cuando se le pregunta por sus disfraces, como ocurrió hace unos años cuando lo entrevisto David Letterman. “Qué has hecho este Halloween? ¿Te has disfrazado?”. El actor ya sabe por donde van los tiros. “Este eres tú en Halloween del año 2008. ¿Qué eras señor Ford?”. Harrison preferiría estar en estos momentos enfrentándose a un grupo de nazis obsesionados con encontrar el arca de la alianza que respondiendo la pregunta. “Iba de vaina y de guisantes”. Esa voz tan seria no parece la que tendría un hombre que se ha pintado la cara de verde y ha simulado que era una pequeña haba.

 

El repaso continúa y así descubrimos que el veterano actor también optó por lo fácil: ¿rapero? ¿entusiasta de los Lakers? ¿una mezcla de ambos? Ese año Harrison no tenía ganas de calentarse la cabeza y tiró de chándal, gafas de sol, gorra y medallón XL. La que sí se trabajó a conciencia el look para ir a pedir caramelos fue Calista. La de ‘Ally McBeal’ se transformó en una especie de científico excéntrico con una malísima dentadura.

 

Y llegamos a nuestro disfraz favorito de todos los tiempos: el de monja. Ver al Rick Deckard de ‘Blade Runner’ vestido con un hábito es algo que no tiene precio. Si además acompaña el look con unas gafas con unos ojos dibujados y una botella de vino en la mano, entonces estamos ante uno de los estilismos de Halloween más bizarros del mundo.

 

Pero ahí no acaba la cosa, Ford también ha sido capaz también de vestirse del clásico pardillo de instituto americano que tiene todo el lote para ser marginado por el grupo de los populares: un mal corte de pelo, pantalones a la altura de las axilas, un cárdigan de hace tres décadas –que lleva mal abrochado-, una etiqueta con su nombre y gafas con cristales extragruesos.

 

Y de un extremo al otro. Del pringado, al rockero salvaje de los años 80. Junto a Calista, el actor se disfrazó de músico de ‘hair metal’ al más puro estilo Mötley Crüe.

 

Si te has quedado sin palabras con nuestras descripciones, no te puedes quedar sin ver la galería de fotos con los mejores disfraces de Harrison Ford en Halloween.