Gwyneth Paltrow, escapada exprés a Barcelona y Madrid

Ha visitado monumentos como una turista más y se dado 'homenajes gastronómicos'

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A Gwyneth Paltrow, con todo lo mirada que es ella con los ingredientes, le encanta comer. La estadounidense es toda una gourmet, y siempre está dispuesta a probar los bocados más deliciosos. La actriz sabe que como mejor se conoce un país es catándolo, y, en el caso de España, la ha paladeado al máximo en su último viaje, en el que ha estado en Barcelona y Madrid. La ha acompañado su pareja, el productor de televisión Brad Falchuk.

La intérprete, que estudió durante su juventud en nuestro país y capaz de hablar español de una manera fluida, se ha vuelto a enamorar de nuestra cocina de mercado, los productos frescos y nuestra tradición a la hora de desenvolvernos entre fogones. En su primera parada, Paltrow aterrizó en Barcelona con un único objetivo: degustar las mejores especialidades marineras. Así no es de extrañar que escogiera para ello dos grandes templos de la gastronomía de la ciudad como es Bodega 1900 y Suquet de l’Almirall. En el primero, con platos de Ferrá Adriá, la dejaron sin habla las ostras. La actriz colgó una foto de la carta, de la que destacó “ostras, qué ricas”. Mientras que en el restaurante de Quim Marqués se dejó tentar por los pescados y mariscos de su cocina, tal y como dejó constancia un dibujo que dedicó al establecimiento con todo su cariño en el que se podía ver una cigala o langosta ‘gwynethpaltrowizada’, a la que no le faltaba ni la melena rubia ni pestañones XL.

Después de la visita a Barcelona, llegó el turno de Madrid. En Madrid se ha enamorado del arte que albergan sus museos, puesto que recordó al Greco al mirar al cielo de la capital. “El Greco Sky”, el cielo de el Greco (mejor no le chivamos que en Madrid el pintor solo estuvo un año y que donde se estableció fue en Toledo). Gwyneth también tuvo tiempo de visitar la embajada estadounidense donde se hizo una foto con algunos marinos destinados a Madrid, pero lo que no sabemos es si se ha ido de la ciudad sin probar un cocidito (sin carne para la dama, please) o si habrá catado las patatas con huevos fritos de Lucio. Si no, se lo recomendamos para la próxima.

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