¡Pobre Chiquito de la Calzada! El próximo domingo 11 de noviembre se cumple un año desde que nos dejara este genial humorista y cantaor malagueño, a los 85 años, víctima de una angina de pecho. Y un año después, su familia sigue sin ponerse de acuerdo con el reparto de la herencia.

Chiquito de la Calzada y su mujer, Pepita, con la que estuvo casado 62 años, no tuvieron descendencia. Tras la merte de Pepita, el amor de su vida, Chiquito se quedó desolado y desorientado, sin ganas de vivir y, sobre todo, muy solo. Tan solo su sobrina Loli Arjona y amigos como Paz Padilla no permitieron que el humorista estuviera desatentido, pese a que apenas podían hacer nada para aliviar su enorme tristeza.

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La relación de Chiquito con su sobrina hizo que el humorista nombrara a Loli su heredera universal. Una semana después de su fallecimiento, Tomás, hermano de Chiquito, declaraba a 'Sálvame' que todo estaba bien, pese a que ya habían empezado a circular los rumores del mal ambiente que se había creado en la familia a causa de la herencia.

Chiquito de la Calzada no fue un hombre dado al lujo, pero invirtió el dinero que ganó en varios inmuebles en la Costa del Sol y en el el bonito piso que poseía en Málaga frente al mar, valorado en unos 400.000 euros.

Tres meses después de su muerte, la Junta de Andalucía le concedió a título póstumo la Medalla de Oro de la comunidad. Este reconocimiento lo donó Loli Arjona a la hermandad del Cautivo, de la que Chiquito era muy devoto. Ahora se ha sabido que Tomás cogió la medalla para enseñársela a alguien y nunca la devolvió.

'Sálvame' se puso en contacto con Tomás y este declaró: "Yo soy su hermano de sangre y mi hermano cuando estaba enfermo saltaba de la cama cuando me veía", y añadió, amenazante: "Que no me busquen la boca que me van a encontrar".