Llegó el turno de Cristina de Borbón de prestar declaración ante el juez por el Caso Noos, y hemos sacado en clave dos cosas: una, que todas sus decisiones las consultaba con el secretario que Casa Real había concedido a las infantas en 1993 y lleva trabajado para ellas desde entonces, García Revenga, y dos, que no tiene ni idea de asuntos fiscales, hasta el punto que sus declaraciones de la renta se las realizaba Federico Rubio, asesor fiscal de Casa Real.
Todos los medios apuntan a que se trata de una estrategia pactada de manera conjunta por la defensa de Cristina e Iñaki. Los dos tiran balones fuera y se lavan las manos de responsabilidad, aludiendo a que todos sus pasos habían sido aprobados de antemano.
Recordemos que se está juzgando a Iñaki Urdangarin y a su socio Diego Torres por la apropiación de seis millones de euros públicos, que podrían costarles entre 11 y 26 años en prisión.
![infanta cristina presta declaracion ante el juez](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 630 352"%3E%3C/svg%3E)
La infanta, en su declaración, quien solo ha contestado a las preguntas del abogado defensor, ha asegurado que Aizoon se creó para canalizar las labores profesionales de su marido, y que ella entró en la sociedad “por confianza”, “me lo pidió y accedí”. También ha recalcado que antes de entrar a formar parte de la directiva, lo consultó con Revenga, que dio su aprobación. “Yo no tenía ninguna prohibición de la Casa Real para estas actividades y cuando mi marido me propuso participar al 50% en Aizoon, claro que me asesoré”.
Tanto ella como Iñaki han insistido en que Cristina no se encargaba de la gestión de la casa, sino que lo hacía él. Resulta extraño ver cargos como calzado de mujer realizados a la tarjeta que solo manejaba el marido, pero así han querido que quedara constancia. Cristina se ocupa, en la casa, de llevar el calendario institucional. “Teníamos divididas las tareas del hogar, y yo llevaba la agenda porque teníamos obligaciones institucionales”.