El pasado 8 de diciembre fue un día muy especial para Elena Tablada y Javier Ungría. La pareja se casó en una ceremonia religiosa tras contraer matrimonio unos meses antes por lo civil en Miami. La ex de David Bisbal eligió Cuba como lugar en el que celebrar su boda en esta ocasión, algo que a su abuela, Elena Moura, no le hizo ninguna gracia…

“Yo no quería que mi nieta se casara en Cuba, les pedí que lo hicieran en otro lado”, ha declarado la abuela de Elena Tablada a Informalia. La mujer de 90 años cuenta en el citado medio que su nieta “se empeñó” en celebrar allí su boda. La ubicación elegida disgustó a la abuela de Elena Tablada, ya que se había jurado que no volvería a Cuba mientras el país estuviese bajo el régimen comunista.

Elena Tablada escogió en La Habana la iglesia San Juan de Letrán en la que, precisamente, se casó su abuela con Jorge Tablada. “Imagínate lo que yo sentí cuando entré en aquella iglesia donde a los 19 años me convertí en la esposa del hombre que me hizo tan feliz y que tanto me quería. El choque emocional al entrar allí, no lo puedo describir. Y como la iglesia estaba llena de flores y decorada preciosa, no había ninguna diferencia con mi boda”, ha expresado Elena Moura en Informalia.

A pesar de que hubiese preferido que la boda de su nieta no se hiciera en Cuba, la abuela de Elena Tablada se alegró por el enlace y le deseó lo mejor a los novios. “Solo le pedí a Dios que Elena y Javier fueran tan felices como lo hemos sido sus abuelos”, ha dicho en Informalia la abuela de la diseñadora.

Elena Tablada quiso casarse en Cuba donde hace un año Javier le pidió la mano durante unas vacaciones muy especiales. Aunque ha habido grandes ausencias en esta boda, Elena sí ha podido contar con algunas de sus grandes amistades, como Lucía Hoyos, Rocío Martín Berrocal, el diseñador Cristo Báñez, o Raquel Perera, la mujer de Alejandro Sanz. El cantante no acudió al enlace por no estar conforme con el régimen cubano con Raúl Castro al frente.