A Jordi González la semana se le pasa volando, literalmente. El presentador de Mediaset puede ser uno de nuestros famosos que más aviones coge. Y es que, cada semana, trata de viajar a casa. Y su casa, desde hace años, está ubicada en Miami.

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Siempre con el pasaporte en la mano y la maleta hecha, Jordi trabaja los fines de semana, en concreto el domingo en Madrid, y el resto de la semana tiene la suerte de, o bien de volar a casa, o, bien, marcharse a disfrutar de cualquier parte del mundo. Unas semanas atrás, le veíamos disfrutando de La Habana, y llegando a tiempo el séptimo día para ejercer de moderador en ‘El Debate de GH’.

El pasado domingo, tras atar en corto a los colaboradores de GH, voló hasta Florida. En casa le estaba esperando uno de los pilares fundamentales de su vida: su perra Olivia. El presentador es ‘padre’ de esta rubia capaz de alegrarle la mañana más triste. A veces, los kilómetros que le separan se hacen cuesta arriba, por eso le gusta que le envíen instantáneas del can, y hasta hace videollamadas con ella. La perrilla le saca la lengua, y a él se le cae la baba. ¿Quién con un perrillo en la familia no le entiende perfectamente?

De ahí que, cuando se reencuentran, tras esas separaciones tan duras, el animal no quiera apartarse de él. Le reclama mimos y rascones de barriga, que ella le paga en miradas tan tiernas y devotas que, el fin de semana que viene, cuando toque volver a cruzar el charco, harán que a Jordi se le parta, una vez más, el corazón. Siempre quedarán las videollamadas.