Ha estado en el infierno y ha vuelto. Ha visto lo que era perderlo todo y caer en desgracia, lo que Aitor Trigos, uno de los rostros más conocidos de Antena 3 y Mediaset, resume como “he tocado fondo”. El presentador se sentó ayer por la tarde en ‘Sálvame’ para hablar de manera sincera y natural sobre la complicadísima situación económica que le ha tocado vivir, en la que asegura haberlo perdido todo y haber tenido que hacer cosas de las que no está orgulloso.

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“Yo me iba engañando a mi mismo con el dinero porque me lo ponía todo muy fácil. Intuía los problemas pero no los quería ver. Intentaba aparentar con mi ex que tenía una situación económica, aunque yo ya conocía que tenía todas mis cuentas bloqueadas, pero yo tenía un dinero guardado que no me podían tocar, y fui tirando con eso, hasta que llegó un día, que sabía que iba a pasar porque yo ya no estaba pagando mi casa, en el que volví de viaje y me encontré un precinto en mi casa. Había sido desahuciado. Los policías y la jueza se llevaron mis peces y mi perro”. Contó a María Patiño. Para él, lo más duro de esta situación fue cuando tuvo que quedar con los agentes y recoger sus enseres personales en solo una hora. Se sentía desubicado, y sin nada.

Pero lo peor estaba por llegar. Al verse sin nada, y comprobar que el teléfono no sonaba y que cuando él salía a buscar trabajo no le querían en ningún sitio precisamente por ser conocido de la televisión solo vio una salida: Trabajar en una casa donde “había cosas para adultos”, explica. “Me ayudó una persona del mundo de la noche. Todo es muy enrevesado. Fui a parar a una casa que no es una casa muy recomendable”, y es que, según Trigos su historia es compleja. “Mi vida profesional y personal estaban tan mezcladas, hubo una ruptura y se vino todo abajo. Yo lo intenté por muchos medios volver a trabajar, y veía que no”.

“Me marché de esa casa y me fui a Panamá, pero como tenía tantas deudas aquí, en realidad era una huida hacia delante, así que no me estaba sirviendo, por lo que regresé a esa misma casa ya que no tenía nada”. Paz Padilla preguntó qué ocurría en esa domicilio, y Kiko Hernández, directo, le ha contestado “hacía pasar buenos ratos a señores”, a lo que Trigos asintió.