Dani Martín: "Tengo muchos complejos. Soy una persona con mogollón de defectos"

dani martin al ricón del pensar

Anoche Dani Martín se sentaba en ‘El rincón de pensar’ de Risto Mejide para charlar con él de amor, fama, éxito y la pérdida de un ser querido. El exvocalista del Canto del Loco, dejaba su armadura de tipo duro a la entrada del plató y se nos descubría tierno, humilde y, en algunos momentos, hasta frágil.

 

Confirmó lo que muchos sospechábamos. Que aprovechó al máximo sus más de nueve años de carrera al lado de su primo, David, y los otros componentes del grupo. Fueron unos años, que como dijo Risto, “ligaron como campeones”. “Hice lo que me dio la gana. Los momentos que no tuve pareja, los aproveché y cualquier chaval de mi edad lo hubiera hecho igual”, decía. Aunque también pedía que no se magnificaran las cosas, y no nos imaginásemos aquellos tiempos como una visita a la mansión Playboy constante.

 

Martín, que confiesa haber aprendido mucho en El Canto del loco, reconoce que la cosa no funcionó porque no existió ninguna figura que les ayudara a construir una carrera, que les hiciera crecer llegado determinado momento. Por eso, cuando notó que ya no podría seguir avanzando al lado de los chicos, empezó a hacer su guerra a parte. “Busqué por mí mismo esa manera de crecer y madurar”.

 

Sobre el amor también fue muy claro. “Soy una montaña rusa. necesito estar siempre en la curva más trepidante y peligrosa, y cuando eso se me pasa, prefiero no estar”, le dijo a Risto, lo que el publista calificó como “estar enganchado a las mariposas”. Precisamente esta inconstancia en el amor también la demuestra Dani en otros aspectos de su vida, como, por ejemplo, a la hora de cuidarse. Es capaz de mantener una rutina 3 meses, y a los próximos haberse olvidado de ella. Este es uno de sus mayores defectos, de los que, considera, tiene muchos. Otro también sería sus complejos. “Tengo mogollón de complejos, no puedo ni quitarme la camiseta en la playa”.

 

El golpe más duro de su vida llegó con el fallecimiento de su hermana. “Es como comerse un tripi”, decía. “Es una historia, con la que tú no cuentas cuando te acostaste y a la mañana sucede que mi hermana se muere. Y empiezas a vivir una cosa con la que no contabas. Mi familia cambia, mi vida cambia”. Pero de todo lo que ha pasado durante este tiempo, Dani Martín asegura que lo más doloroso ha sido ver el sufrimiento que padecía su madre. El artista ha sido el mayor apoyo para sus padres tras esta tragedia, y dice que se echó sobre sus hombros toda la responsabilidad, “fui el padre de mis padres”.

 

Por Conchi Álvarez de Cienfuegos

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