¡Mickey Rourke estrena nueva cara! Parece mentira que el que tenemos delante sea el protagonista de ‘Nueve Semanas y media’. Las diversas operaciones y las secuelas faciales del boxeo, el deporte que ahora practica de manera profesional, lo han convertido en un perfecto desconocido para el espectador que se sentó hace ya casi 30 años para ver la película más tórrida de la década.

 

Además, la vida que llevó durante algún tiempo Rourke, no fue precisamente ‘sana’. Su abuso del alcohol y de otras drogas lo llevó a tocar fondo. Los noventa comenzaron bien para él, pero no terminaron de igual manera. Cuando Hollywood parecía haberlo olvidado debido a sus tropiezos a la hora de escoger guiones y su capricho de alcanzar su auténtico sueño, convertirse en boxeador profesional, lo habían distanciado de lo que se esperaba de un sex-symbol como él. Además, comenzaron las operaciones. Debido a sus combates, en los que peleaba bajo el alias de ‘Marielito’, su cara había dejado de ser la que conocimos en los 80. Era, por tanto, necesario someterse a diversas intervenciones quirúrgicas que trataran de recomponer uno de los rostros más atractivos del cine. Y como suele pasar en muchas ocasiones, esto fue imposible de conseguir.

 

A finales de los 2000 y con el repunte de su carrera gracias a sus personajes en ‘Sin City’ y ‘El Luchador’, por la que consiguió el Globo de Oro a mejor actor, su rostro, hinchado y abotargado por infiltraciones, estiramientos y demás, lo había convertido en la mejor caricatura de sí mismo. Además, estaba el tamaño de su cuerpo. Rourke ganó un gran volumen y mucha musculatura años atrás. Su figura imponía y esto le permitió interpretar a los personajes que le devolvieron a la alfombras rojas de Hollywood, pero ahora, en el 2015, toda esa masa parece completamente perdida. Sobre un ring, ahora, su peso es mucho menor. A los 62 años sigue siendo un hombre fuerte, bien definido, pero nada queda de aquella mole que derribaba contrincantes en ‘El Luchador’.

 

Siempre se le presta atención a los retoques que se hacen las actrices, pues bien, Mickey nos recuerda que también hay hombres adictos al bisturí y no poco. Mira sino en nuestra galería el cambio que ha pegado el actor.

 

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS