El Presidente del Gobierno Mariano Rajoy ha comunicado que al tratarse de una abdicación por parte de don Juan Carlos, será necesario aprobar una ley orgánica para que Felipe y Letizia puedan llegar a ser reyes. Este proceso puede tardar unos diez días.

Rajoy ya ha convocado para mañana martes un Consejo de Ministros extraordinario para poner en marcha el proceso sucesorio que ha de terminar con la proclamación, por parte de las Cortes, del nuevo jefe del Estado, que reinará como Felipe VI. El Congreso y el Senado tienen que aprobar una ley orgánica, como establece el articulo 57.5 de la Constitución, para poder poner en marcha este proceso, sin precedentes en la democracia española después del franquismo. El proceso concluirá con la coronación de Felipe y Letizia y a partir de ese mismo instante, las infantas Leonor y Sofía pasarán a ser princesas.

Este proceso puede tardar unos diez días aproximadamente, aunque el presidente del gobierno ya ha declarado su voluntad de que se haga con la máxima rapidez. "Espero que en un plazo muy breve, las Cortes españolas puedan proceder al nombramiento como Rey del que hoy es el Príncipe de Asturias".

Hoy a las 12:30 h don Juan Carlos explicará los motivos que le han llevado a tomar esta decisión, en un momento que considera oportuno para hacer el relevo, como han hecho recientemente otras casas reales europeas, como la holandesa o la belga.

¿Cómo es el proceso de abdicación?

- El presidente del Congreso, que a estos efectos ejerce como presidente de las Cortes, convoca a las dos juntas de portavoces, reunión a la que asisten el presidente del Senado y el ministro encargado de las relaciones del Gobierno con las Cortes, para acordar el orden del día, que debe tener ese solo punto. En dicha reunión se explicita si algún grupo tiene dudas sobre la validez jurídica del escrito de abdicación.

- Si en las intervenciones no ha habido discrepancias, el presidente, de conformidad con los artículos 82.1 y 83 del Reglamento del Congreso, propone la aprobación por asentimiento.

- Si hay discrepancia, habrá que votar. Como lo conveniente es que la votación sea secreta, basta con que lo pidan dos grupos parlamentarios o la quinta parte de los diputados y senadores presentes. Si nadie la pide, puede decidirlo el presidente.

- El presidente del Congreso dará cuenta del resultado al rey y ordenará la publicación oficial.

Así pues, es de esperar que antes de que acabe el mes de junio, Felipe y Letizia sean coronados reyes.