Su aspecto físico ha mejorado mucho en los últimos meses. Recientes achaques de salud han obligado a Chiquetete a llevar una vida más saludable, y se le nota. Pero en lo exterior no está su único cambio. Por dentro, algo ha evolucionado en los sentimientos del cantante, que le ha llevado a hablar libremente de un tema que nunca había querido tocar en profundidad. La relación con su hijo Manuel, el primogénito de Raquel Bollo, que sigue sus pasos en la música pero muy lejos de él. Tan lejos como que hace cinco años que espera su llamada. Al menos eso es lo que dice el artista, que acudió a apoyar a su amiga y admirada María Jiménez durante la presentación de un disco homenaje en Sevilla. Fue ese el momento que escogió para gritar a los cuatro vientos su dolor.
Podrán decir que viene a apoyar a una artista -en este caso, a María Jiménez- y sin embargo no apoya a su hijo Manuel, que también lo es.
Me da exactamente igual lo que digan. Yo no apoyo a mi hijo por una sencilla razón: porque él no quiere. No es porque yo no quiera, todo lo contrario. Hay gente tan atrevida, la ignorancia es tan atrevida, que dicen que por qué no ayudo a mi hijo. Yo no apoyo a mi hijo porque mi hijo no me habla, mi hijo no me mira. Si mi hijo viene y me pide la ayuda de mi experiencia, pues yo se la daré con todo mi corazón.
Ellos han demandado muchas veces públicamente ese apoyo que no lo tienen.
¿Quién? ¿Él? A mi jamás.
¿Nunca ha recibido una llamada de él?
Nada. Manuel se vino para mí un día en el tren, que yo no lo había visto. Yo iba para Madrid y él llegaba. Me dio un beso, lo llamé al día siguiente y no me cogió el teléfono. Al rato sonó otra vez y me dijo que estaba en el cuarto de baño, yo le dije que bueno que cuándo nos veíamos y que no lo había llamado antes porque no tenía su teléfono. Me dijo 'mañana te llamo', y mañana hace cinco años. Más claro no te lo puedo decir. Que él es mi hijo y que estáis muy equivocados.
Nunca es tarde si la dicha es buena Antonio. ¿Hay posibilidades de un acercamiento?
Mis declaraciones están muy claras. ¿Yo que voy a querer malo para mi hijo? Hombre por dios, es que estamos en una encrucijada que la gente quiere mantenerla. Esto es como los romanos, no Barrabás no, Jesucristo. Y mataron a Jesucristo.
¿Vive más tranquilo desde que Raquel Bollo no está en televisión?
A mí me da igual, yo no me meto en la vida de nadie. Mi tónica siempre ha sido trabajar y ayudar a mucha gente. Si no ayudo a mi hijo es porque yo no me entero de nada, ni dónde está, ni a qué se dedica. Si a mí hijo le hiciera falta algo… quizás a él no le interesa que yo esté al lado de él. Yo tengo otra mentalidad, tengo sesenta y nueve años, y él necesita a músicos más jóvenes, a chavales con veinte años. ¿Eso la gente no llega a pensarlo? Lo que si necesita Manuel mío es: 'Manuel, “picha” no corras mucho, Manuel tranquilo, Manuel no hagas tonterías'. Pero a la hora de cantar, él tiene a gente que toca la guitarra y que canta y baila muy bien. Lo que quizás si necesitaría es la figura paterna. Todo llega si tiene que llegar y, si no llega, pues no pasa nada.