No sabemos qué manía tiene la prensa internacional con poner a Cher al borde de la muerte cuando ella asegura "estar ya en el paraíso". En el paraíso terrenal, no en el divino, entendednos bien. Y es que en los últimos días, las publicaciones preocupadas por el estado de salud de la cantante han ido en aumento.
Numerosas noticias citan al medio Paris Match como el que ha disparado la polémica, pero, en realidad, este solo se hace eco de lo que dice otro, RadarOnline, web del National Enquirer, una revista, que si recordáis bien, ya le dedicamos un artículo recogiendo todas sus predicciones agoreras. Y hablamos de predicciones, porque más que informaciones es lo que son. Han matado a medio Hollywood, y el otro medio está con un pie en el otro barrio. A Angelina Jolie le quedan poquísimos meses de vida, Oprah lleva agonizando desde hace AÑOS, Kris Jenner quería despedirse de este mundo por atracón de comida… en fin, que ninguno, de momento, se ha muerto. Están vivitos y coleando. Como justo se encuentra Cher.
La prensa asegura que la de ‘Sirenas’ está infectada desde los años 80 de un virus, el Epstein-Barr, causante de la mononucleosis, una enfermedad que un porcentaje bastante alto de la población ha pasado debido a lo contagiosa que resulta. Pues resulta que según sus fuentes, la salud de Cher se estaría complicando debido a este virus causante de ‘la enfermedad del beso’.
Pero no alarmaros, que Cher está de vacaciones y o bien se está dando el último alegrón de sus días, o bien no se ha enterado de que está enferma. Apostamos por la segunda opción. Ella, acompañada de unos amigos, ha viajado en barco por San Tropez, ha paseado por los puertos más exclusivos de la Costa Azul y ahora se relaja comiendo helados en Portofino. Vivir para ver, la mujer que se quitó las costillas flotantes para estar más delgada, ingiriendo un alimento tan graso. Puede que sí esté más grave de lo que pensábamos…