Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, ha vuelto a confiar en una de sus modelos de cabecera, Kendall Jenner, la hermana de Kim Kardashian, para su desfile de alta costura, que ha tenido lugar en París el martes 27.

 

Pero, lejos de lo que cabría pensar, el show, en lugar de estar en la pasarela, estaba sentado entre los invitados. Se trataba de Kris Jenner, madre de la criatura, que no quería perderse el momentazo de su retoño y que había decidido acaparar todos los flashes de las cámaras con unos pantalones transparentes que dejaban al descubierto su ropa interior. Kris sí que sabe cómo dar la nota.

 

La madre no le quitaba ojo a la pasarela, en la que su hija era una de las protagonistas absolutas. Con vientre al aire, camisa negra con transparencias que dejaban entrever su anatomía y falda con volumen, Kendall pisaba con paso firme el show. Con una carrera cada vez más asentada en el mundo de la moda, la hermana de Kim tiene algunas citas ineludibles en su calendario como modelo y todas ellas, oh casualidad, son con diseñadores que son amigos de la familia Kardashian. Eso sí, ningún enchufe la ha llevado a convertirse en una de las favoritas del ‘Kaiser’, a no ser que la buena de Cara Delevingne haya intervenido por ella, y, como bien sabéis, el alemán no le puede negar nada a la rubia británica.

 

Pensad además que Karl es un genio que no sólo abarca el diseño, sino también la publicidad y el márketing de las firmas que dirige, especialmente Chanel, ‘su niña mimada’. Es capaz de dar los pasos necesarios para que sus colecciones consigan hacer hablar a toda la industria y, si puede salpicar a otros mundos, mejor. Más titulares para su evento y para la compañía para la que trabaja. Y desde luego, aliarse con una de las familias más mediáticas del mundo, puede ser la solución perfecta para garantizarse unos cuantos titulares. Bien jugado, Karl, bien jugado.