El palacio de Buckingham no va a tener 'nuevos inquilinos' tras el fallecimiento de Isabel II. La imponente y majestuosa construcción situada en el centro de Londres no recibirá al rey Carlos III y a su esposa Camilla como nuevos habitantes, rompiendo así la tradición marcada por los últimos soberanos ingleses desde que la reina Victoria del Reino Unido la eligiera como su residencia oficial con su ascenso al trono en 1837, y que siguió durante todo su reinado Isabel II. Su hijo Carlos se desmarca de esta manera de esta fuerte tradición con historia tomando una decisión con un marcado componente sentimental, aunque también logístico y pragmático, como parece que será la línea elegida durante, al menos, sus primeros años como rey. Así, el monarca continuará viviendo en Clarence House junto a la reina consorte, la señorial vivienda en la que han vivido en los últimos casi 20 años.

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Buckingham tampoco fue el lugar deseado por Isabel II cuando subió al trono. Sin embargo, tras su coronación, acabó acostumbrándose y haciéndola su residencia oficial hasta casi los últimos años de su vida, cuando se mudó a Windsor, donde pasó la pandemia junto a su marido, el duque de Edimburgo. Su hijo Carlos no ha tenido ese dilema y ha optado por fijar su residencia oficial en el mismo lugar que ha sido su hogar desde 2003, después del fallecimiento de la reina madre.

Tal como apunta The Sunday Times esta decisión habría venido desencadenada después de que el monarca haya considerado los enormes gastos que supondría una mudanza, pero también mantener una vivienda como Buckingham. Según una fuente cercana a Carlos III, el monarca cree que "no es adecuado para el mundo moderno" ni lo que supondría este despilfarro económico, pero también su efecto negativo sobre el medio ambiente. Una elección práctica, pero también lógica, pues Clarence House se encuentra a pocos minutos a pie de Buckingham, que podría seguir teniendo un papel predominante para recepciones y otros actos oficiales, y que es también un reflejo de la idea de mantener una familia real constituida por los miembros necesarios e indispensables.

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Igualmente, el rey Carlos tendría otros planes para Buckingham y otras residencias oficiales, como Windsor o Balmoral, pues estaría barajando la posibilidad de convertirlos en espacios públicos. E incluso darles otro rendimiento y convertirlos en museo en memoria de su madre, como sería el caso del castillo escocés, como publica ¡Hola!. Cabe destacar también que Camilla continúa contando con su residencia privada de Ray Mill House, en el condado de Whiltshire, un lugar recogido en el que puede evadirse de sus deberes como reina consorte y mostrar su lado más desenfadado y familiar.

En casi dos meses de reinado tras la muerte de Isabel II y desde que asumió sus deberes como soberano, Carlos III ha estado enfocado en dejar su firma en todos y cada uno de los actos que ha protagonizado, pero también tomando decisiones. Algunas solo pequeños gestos, aunque significativos, como la carta que remitía su madre a los ciudadanos británicos que cumplían 100 años. Unas postales con un bonito retrato de Isabel II con las que felicitaban tan señalada fecha para ellos y que ahora, si bien es una tradición que continúa su hijo, lo hace con una importante diferencia. Ahora las cartas llegan a sus remitentes con una imagen en la que Carlos III posa sonriente junto a su esposa Camilla, como ya hacía su abuelo, el rey Jorge VI. Eso sí, desde Clarence House.

Apenas hay 5 minutos caminando entre Clarence House y palacio de Buckingham. The Mall es la calle que las une y que desemboca en Trafalgar Square, lugar de la entrada al palacio. Asimismo, el hogar de los reyes Carlos y Camilla comparte jardines con el palacio de St James, convirtiéndolo en un marco de incomparable belleza y tranquilidad en medio de la bulliciosa Londres.