En la primera aparición de su tercer día en Sudáfrica Meghan Markle ha estado muy acompañada. Junto al príncipe Harry y el pequeño Archie Harrison ha acudido a visitar al arzobispo Desmond Tutu. Sin embargo, en su segundo acto de la jornada ha ocurrido todo lo contrario. En esta ocasión la duquesa de Sussex ha acudido a un evento en solitario, sin la compañía de su marido y su hijo.

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Meghan Markle ha participado en dos actos que tienen mucho que ver con el apoyo a las mujeres. En uno se ha reunido con mujeres emprendedoras del sector de la tecnología. En otro lo ha hecho con un grupo que da trabajo a madres con VIH. De esta forma, una vez más, la mujer de Harry de Inglaterra ha mostrado su lado más feminista.

La duquesa de Sussex ha hablado de sus cinco primeros meses como mamá. “Solo llevamos cinco meses, ser una madre trabajadora y viajar con un bebé es demasiado, pero resulta muy emocionante”, ha comentado.

Una vez más, Meghan se ha cambiado de ropa en un mismo día y ha lucido un look muy diferente al de por la mañana. Para esta ocasión ha optado por una prenda con la que todavía no la habíamos visto durante este viaje. Se trata de un mono en color negro de la firma Everlane con el que ya la habíamos visto hace unos meses. Una elección muy acertada, hasta ahora la más sofisticada de las que ha lucido en Sudáfrica.

Meghan ha combinado el mono con unos zapatos de tacón en el mismo color de la firma Manolo Blhanik. Pero si algo ha llamado la atención de su look han sido sus pendientes de GAS Bijoux en tono dorado. Un complemento de lo más favorecedor.

Algo que le ha permitido este look tan cómodo es mostrar su lado más cercano rompiendo una vez más el protocolo y sentándose en el suelo junto a las participantes en el evento. Allí ha mostrado su lado más maternal jugando con los pequeños que estaban presentes en el acto.