El Palacio Real estaba engalanado para recibir con todos los honores al Emir de Catar Tamim bin Hamad Al Thani y su primera mujer, la jequesa Jawaher bint en su primera visita a España. Tras un primer encuentro en el Patio de la Armería en el que doña Letizia actuó de perfecta anfitriona, el día terminó con una cena de gala en honor a sus invitados.

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La reina Letizia se viste de gala sin tiara pero con un espectacular vestido largo con transparencias

Reina Letizia

Tal y como manda el protocolo en este tipo de encuentros, la Reina optó por un impresionante traje largo de inspiración catarí en color champán con una pequeña cola y mangas acampanadas repleto de bordados que debería haber acompañado de una tiara. Sin embargo, como gesto de deferencia a la jequesa, doña Letizia decidió no coronar su cabeza. En cambio, estrenó unos imponentes pendientes de brillantes que el matrimonio le hizo entrega esa misma mañana en señal de agradecimiento. Así, la consorte le dio todo el protagonismo a estas piezas de valor incalculable que ya forman parte del joyero real.

Letizia y la jequesa de Catar

La reina Letizia pendiente en todo momento de la jequesa de Catar

GTRES

Doña Letizia estuvo muy pendiente de la jequesa a lo largo de todo el día. Si bien por la mañana no dejó de compartir confidencias con ella mientras Felipe VI hacía lo propio con el Emir, en el momento del tradicional besamanos, la Reina indicó al traductor que se acercara a la jequesa para que ella también entendiera las presentaciones.

Todos los detalles de la cena

Tras dos años de restricciones, el Palacio Real ha recuperado todo su esplendor. Los cientos de invitados disfrutaron de una cena a la altura diseñada por el popular chef Ramón Freixá. Un menú sin carne ni vino (para seguir las reglas del Islam) compuesto por espárrago verde y blanco con tartar de ventresca y mero con arroz meloso. De postre cerezas, queso fresco y pimienta sichuán. Una hora de cena que terminó pasadas las 10 de la noche y fue amenizada por una orquesta que tocó temas de Abba, los Bee Gees, Frank Sinatra e incluso un pasodoble.

El matrimonio catarí se ha ido con las manos llenas. Al Emir se le hizo entrega del Collar de Isabel la Católica y a su esposa, la Gran Cruz de la misma orden. Además, han incluido una camiseta de la selección española de fútbol con motivo de la celebración del Mundial en Catar a finales de año y una réplica de las llaves del Palacio de El Pardo.