La nueva vida de la infanta Elena: alejada de sus hijos Froilán y Victoria, apoyo sorpresa de Letizia y más libre que nunca

A la sombra de su padre y escudera de los suyos, la infanta Elena afronta ahora una nueva etapa vital marcada por la cercanía a Letizia y la distancia con Froilán y Victoria Federica

Infanta Elena
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Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Redactor de Clara Corazón

Madre antes que mujer. No son pocas las que han acabado por anteponer su faceta como progenitora a los propios intereses, aunque el rol de la cuidadora siempre termine por desaparecer de manera gradual cuando los hijos comienzan su vida adulta. Ni siquiera las familias reales quedan exentas de este particular cambio de roles que va implícito en el paso de los años. Ese particular síndrome, acuñado en el imaginario popular como el del 'nido vacío', que ahora experimenta Letizia (51 años). Leonor (18 años) está interna en la  Academia Militar de Zaragoza con motivo de su primer año de formación castrense en el Ejército de Tierra. Sofía (16 años), que todavía es una adolescente, también ha dejado el hogar para estudiar el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales. En realidad, solo es esto una previa para la Reina de lo que vendrá después, pues el desapego será cada vez mayor. Y si no, que se lo digan a la infanta Elena (60 años).

La mayor de sus cuñadas sabe de buena tinta todo lo que supone ver a los retoños partir. Con el pesar de haber dejado atrás un matrimonio fallido junto a Jaime de Marichalar (60 años), así como el inmarchitable recuerdo de alguna que otra rencilla con el resto de la estirpe. Ahora su ritmo es otro. También sus planes y sus responsabilidades. Persiste serena y erigida en la escudera de Juan Carlos I (86 años), su padre. Así lo demuestran las instantáneas de ambos siempre que coinciden. Sea en una regata en Sanxenxo o para el cumpleaños del emérito en Abu Dabi, donde el exmonarca reside desde hace ya algunos años. Más libre que nunca, la primogénita del que fuera jefe de Estado hasta el 2014 disfruta de una nueva etapa en la que observa, también, como los niños que crio ya son mayores. Tanto como para comenzar a dibujar su propia hoja de ruta. Los mira, con más o menos orgullo, desde la lejanía.

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Los hijos de la infanta Elena emprenden caminos alejados de su madre

Por mucho que los adore, a la hermana de Felipe VI (55 años) no le queda otra opción que aceptar que sus pequeños ya no son tan pequeños. Froilán (25 años) y Victoria Federica (23 años) han demostrado, además, que sus intenciones profesionales son bien distintas entre sí. Para empezar, y después de una larga época juerguista por los clubs más exclusivos de la noche madrileña —que lo acabó involucrando en más de un escándalo—, el primogénito de Elena de Borbón parecía haber encontrado un camino más sosegado junto a su abuelo. Atrás quedan los tiempos en los que su faceta díscola le jugó malas pasadas ante la prensa española, porque él también se mudó a Abu Dabi. Allí, gracias a sus contactos en las altas esferas, conseguiría trabajo como júnior en la petrolera Abu Dhabi National Oil Company.

Una de cal y otra de arena para su madre, que por fin veía al joven 'enderezarse' y que ahora ha asistido al final de su contrato. De nuevo, fuera de un mercado laboral tan competitivo como el saudí, aunque no por culpa de un despido. Tan sencillo como que la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), evento para el que se le había empleado, ha concluido. Así pues, la incertidumbre se vuelve a cernir sobre el futuro próximo del primo de la Princesa de Asturias, y seguro que la infanta tiene la mosca detrás de la oreja, atenta a lo que implicará su siguiente movimiento. La ligereza de una intranquilidad que, además, coincide con un paso al frente definitivo por parte de su hija pequeña. Pues si bien ya hace tiempo que Victoria Federica optó por exponerse en redes sociales como Instagram —donde su perfil acumula más de 270.000 seguidores—, la última noticia que ha visto la luz sobre ella crea todo un precedente para la Casa Real española.

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Elena y Jaime boda
Infanta Elena con Victoria Federica y Froilán
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La 'royal influencer' por excelencia vive en España, pero estar más cerca de mamá de lo que lo está su hermano mayor no la exime de tomar decisiones tan contundentes como la de participar en un programa de televisión. Aunque todavía queda mucho tiempo para verla en pantalla, la sobrina del Rey se une así una lista de Borbones —y pseudo-Borbones— que en el pasado se han atrevido a aparecer en espacios de la pequeña pantalla. Blanca de Borbón en 'Acorralados', Juan Alfonso Milán en 'Pesadilla en El Paraíso' o Ignacio de Borbón en 'Supervivientes' son algunos de los nombres que figuran en esa lista de personajes relacionados con la dinastía que tiempo atrás hicieron lo mismo. No obstante, nunca antes alguien tan cercano al núcleo duro de la Corona había decidido compaginar el título de aristócrata con el de concursante. 

Ella es, sin duda, el gran fichaje de la quinta edición de 'El Desafío' en Antena 3, que ya ha comenzado sus grabaciones y se emitirá previsiblemente en el 2025. Un formato que, a diferencia de los 'realities' antes citados, le permite aparcar su faceta personal y centrarse en cumplir con retos físicos y psíquicos como la apnea o caminar sobre cristales rotos. El detalle determinante para la tranquilidad de Elena y el resto de su familia, que afrontarán también otro gran reto durante su participación. La compleja gestión de lidiar con el hecho de que la nieta del emérito se sitúe en la primera línea del foco mediático como nunca antes lo había hecho. Porque aunque el abanico de razones para que el interés se suscite es amplio, es innegable que la expectación es máxima dentro y fuera de palacio por verla en acción ante las cámaras. 

Elena, al lado de la infanta Cristina y cada vez más cerca de Letizia

Dejando de lado todo lo que refiere a sus vástagos, la infanta puede presumir de estar tan arropada por los suyos como lo hace ella misma con ellos. El paso de los años ha convertido los cuidados y la fraternidad en elementos clave para que la compañía y el calor de sus allegados nunca falten cuando la ocasión lo requiere. En lo bueno y en lo malo, pues tanto como disfruta de los buenos ratos sabe también ser consuelo si la situación es delicada. Tan solo hace falta remitir a su presencia en la misa conmemorativa por el primer aniversario del fallecimiento de su tío Constantino de Grecia, que se celebró el pasado 26 de febrero en Windsor. Una ceremonia a la que asistió acompañada de su hermana Cristina, una de sus incondicionales, y su sobrino Juan Urdangarin. Además de sus padres, allí también estuvieron Felipe VI y Letizia. Desgraciadamente, no quedó constancia alguna de interacciones entre ella y la mujer de su hermano.

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Infanta Elena y Cristina y Juan Urdangarin
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En cualquier caso, y desde esa libertad que nace de la mano con la pretensión de enterrar el hacha de guerra, no sería este un acto expreso de que su relación se haya vuelto a enfriar. De hecho, unas imágenes tomadas con motivo de la comida del 60 cumpleaños de Elena, celebrada el pasado diciembre en un popular restaurante del centro de Madrid, pusieron de manifiesto que su vínculo sería ahora más estrecho. No solo la Reina asistió a la cita, sino que era la segunda vez en menos de dos meses que coincidían tras verse en la fiesta privada en el Palacio de El Pardo por la mayoría de edad de Leonor. Un gesto por parte de ambas cargado de significado, ya que por aquel entonces Letizia se encontraba en un momento emocional complicado después de que su figura hubiera quedado en entredicho por culpa de la publicación de algunos comentarios maliciosos. Su cuñada le tendía así su mano y le brindaba ese apoyo tan sorprendente como necesario. Al final, todo queda en familia.

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