Belén Rueda, radiante y feliz en la boda de su hija, con el vestido pareo que hace tipazo: el look de invitada perfecto en mujeres +50

El sábado 14 de junio es una fecha que Belén Rueda (60 años) tiene marcada en su calendario desde hace mucho tiempo. Se trata de la boda de su hija Belén Écija con Jaime Sánchez. Además, los novios han escogido una localización idílica, en la localidad de Sant Climent en la isla balear de Menorca. La actriz ha dado muestras del nerviosismo que tenía por este día tan especial en su llegada a la iglesia, momento en el que hemos podido ver el vestido que ha elegido para la ocasión.

Antes de convertirse en marido y mujer, los novios han podido disfrutar de una estupenda preboda que enseñaban en sus redes sociales con todo tipo de planes. Además, ya el viernes comenzaron a llegar algunos de los invitados que asistirán a este enlace que ha comenzado con un poco de retraso, ya que, como manda la tradición, la novia se ha hecho esperar y lo ha hecho con unos quince minutos de retraso para poner más nervioso al novio que la esperaba en la iglesia.

El look de la actriz

Además de poder ver el espectacular vestido de novia que llevaba la hija de Daniel Écija, otro de los momentos más esperados era poder ver a la actriz. Belén ha dado muestras de su habitual buen gusto a la hora de vestir. Desde el programa ‘Fiesta’ podíamos ver a Rueda llegar a la iglesia con el rostro visiblemente desencajado debido a la tensión del momento de un día tan especial para toda su familia.

Era en ese momento cuando podíamos ver el vestido que ha escogido la actriz, el cual es muy fiel a su estilo. Se trata de uno en tonos dorados que pone de manifiesto su estilizada figura gracias a que va entallado para marcar más su figura. Por la parte trasera cuenta con una abotonadura a lo largo de toda la espalda, lo cual estiliza aún más su estupenda figura a sus 60 años.

Además, también podemos ver que cuenta con un cinturón, el cual nace de los dos lados de su cadera hacia la zona delantera del vestido. De este modo, hace más juvenil la vestimenta que ha querido utilizar para el día más importante en la vida de su hija. De hecho, la novia llegaba acompañada de la mano de su padre que se ha mostrado aún más nervioso que la propia novia.

En cuanto al pelo la actriz se ha decantado por una coleta baja, ya que llevaba una enorme pamela en tonos tierra con un elemento decorativo en rojo que combinaba a la perfección con su vestido. Además, los zapatos que llevaba iban también en este mismo tono rojo, una combinación perfecta como invitada a una boda. De hecho, a modo anecdótico, el ramo de la novia también sigue la misma línea del vestido de la actriz, un precioso guiño que ha querido hacerle para que sepa lo especial que es para ella.

Los momentos más nerviosos

Cuando la actriz ha llegado a las puertas de la iglesia, el nerviosismo se apreciaba en su rostro. No obstante, ha querido entrar rápidamente en la iglesia para cederle el protagonismo a quien verdaderamente lo tiene en este día que no son otros que los novios. Por ello, Belén no ha dudado en acercarse al futuro marido de su hija que se encontraba en la puerta peinándose debido al viento que hace en la isla balear.

Pero no ha sido a la única persona que ha saludado. Tras él se fundía en un caluroso abrazo con la madre del novio. Las dos se han dicho algo al oído que demuestra la buena relación que tienen. En ese momento era Daniel Écija el que hacía su aparición en escena para acudir inmediatamente a recoger a su hija del coche que la llevaba a la iglesia, dando muestras de la tensión de este día tan importante para Belén Écija que se cogía del brazo de su padre para hacer su entrada estelar en la iglesia donde le esperaba su futuro marido.

Una vez que los novios ya se han dado el ‘sí, quiero’, todos los asistentes han salido de la iglesia para hacerse las tradicionales fotografías que guardarán para el recuerdo. En ese momento se entendía a la perfección el nerviosismo anterior de la actriz que no solo se debía al hecho de casar a su hija. Rueda no ha querido ser la protagonista en ningún momento, cediéndoselo todo a su hija y su ya marido. De hecho, cuando abandonaba la iglesia se ponía al lado de la madre del novio para que no haya distinciones aunque la actriz conocida sea ella.