Las últimas semanas han sido muy intensas para la reina Letizia. Durante todo el mes de abril y mayo ha llevado a cabo sus compromisos oficiales, únicamente interrumpidos por el apagón que afectó a España, Portugal y zonas de Francia. Después, la consorte viajó hasta Panamá para reunirse con su hija, la princesa Leonor, que se encuentra a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano.
Sus viajes no acabaron ahí, ya que el pasado fin de semana voló hasta Austria con el rey Felipe para la conmemoración por el 80 aniversario de la liberación del campo de concentración de Mauthausen. En estos últimos días, Letizia ha vuelto a su agenda de eventos habitual, entre los cuales se encontraba el 'Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja' en Murcia.
Durante este acto, que ha presidido la reina, se han entregado las Medallas de Oro a Almudena Ariza, César Bona, Cruz Roja de Burkina Faso, Emilia Lozano y Nasco Feeding Minds. La madre de la infanta Sofía ha elegido un conjunto muy primaveral formado por una blusa blanca y un pantalón acampanado con grandes botonaduras en los bolsillos.
Sin embargo, no ha sido su estilismo el que ha llamado la atención. Este tipo de actos cuentan con una normativa muy precisa, así como unos tiempos que los invitados y anfitriones deben seguir. Aún así, Letizia no dudaba en llevar a cabo dos gestos que han sorprendido a los allí presentes.
Letizia se salta el protocolo
Tras darse un baño de masas a su llegada, Letizia ha entrado en el Teatro Romea entre aplausos de los asistentes. La reina ha saludado con cariño a los invitados y ha avanzado por el pasillo central. Cuando ya se acercaba al escenario, la monarca se ha dado cuenta de que en primera fila se encontraba la periodista Almudena Ariza, a quien le iba a entregar uno de los galardones por su rigor informativo y su talento para cubrir crisis humanitarias y conflictos armados.
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Al verla, la reina no ha tenido reparo en saltarse el protocolo y el orden del evento para abrazarla con cariño y afecto. Cabe recordar que que Letizia y Almudena se conocieron hace años cuando la soberana aún trabajaba como periodista en Televisión Española. Sonrientes y cómplices, ambas han charlado durante unos segundos antes de que la reina tomara su lugar en el escenario.
No ha sido la única vez que Letizia se ha saltado el protocolo. La reina, junto a Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; Fernando López Miras, presidente de la Comunidad y Mariola Guevara, delegada del Gobierno, ha observado con interés el vídeo con el que ha empezado el evento. En él se ponía en valor el trabajo de Cruz Roja.
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Justo después se ha procedido a la entrega de premios. Era entonces cuando Letizia ha dado un paso al frente aunque eso supusiera saltarse las normas. Tras entregar el reconocimiento a Emilia Lozano, una activista que luchó para defender las necesidades del barrio de Hortaleza, Letizia la ha ayudado a bajar las escaleras del teatro hasta la zona de butacas. A pesar de que no estaba en el guion, la nuera de la reina Sofía no ha dudado ni un momento en ayudar a la mujer de 71 años.
Muy cercana
A su salida del teatro, la reina ha querido también dejar atrás las formalidades y acercarse a todos los ciudadanos que esperaban pacientemente. Letizia ha saludado a todos, se ha hecho fotos con ellos y se ha mostrado de lo más cercana y natural. La reina, cada vez más, prescinde de formalidades y distancias cuando el evento así lo permite. En esta ocasión estaba deseando especialmente poder compartir espacio con todos los presentes. Así lo afirmaba durante su discurso.
Tras escuchar a los galardonados y la intervención del periodista Juan Ramón Lucas sobre los conflictos que siguem "sembrando miseria en rincones del mundo cuyo nombre no sabemos", Letizia ha dado su discurso. "En momentos de incertidumbre, [...] conviene recordar lo que somos. Y como ha dicho Juanra, como ha explicado tan maravillosamente bien, tenemos que aferrarnos a ese principio de humanidad", ha dicho. La próxima vez que veamos a Letizia será este fin de semana cuando acuda a la misa inaugural del recién elegido papá León XIV, junto otras royals europeas.