El acto comenzaba con minutos de retraso. El calor sofocante hacía que hasta pasadas las ocho y media de la tarde no apareciesen los reyes Felipe y Letizia en Sevilla. Admirados por la belleza del Real Alcázar, los reyes no podían dejar de curiosear a su llegada a la recepción oficial de la cumbre de la ONU. Los ojos del mundo estaban puestos en ellos y en sus más que ilustres invitados. No obstante, no fue un momento ajeno a los errores.
Casa de S.M. el Rey
Eran muchos los invitados que pasaban por el saludo oficial a los reyes y ponían rumbo a la estancia donde iba a celebrarse la cena sin darse cuenta de que faltaba el retrato oficial. Inmediatamente se les alertaba y volvían sobre sus pasos para posar con los reyes. En la retransmisión oficial podía verse como los propios Felipe y Letizia les indicaban donde situarse. Algo que también le pasó al presidente del Gobierno.
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Pedro Sánchez acudía junto a su mujer a la cena y saludaba a los reyes. Era entonces cuando se colocaban para la fotografía oficial. Sánchez se quedaba al lado del monarca antes de tener que abandonar su puesto para ponerse al lado de la reina como manda el protocolo. Un error que era captado por todas las cámaras. Pero no fue el único momento que ha dejado este primer acto de los reyes en Sevilla.
Aplausos a la reina Letizia
La elección estilística de la reina Letizia recibía muchos aplausos. Con un vestido firmado por Carolina Herrera que ya lució en la visita de Estado a Argentina en 2019, la reina desafiaba al calor. Tirantes, zapatos dorados de tacón sensato y el pelo suelto. Las alabanzas al look de la reina copaban las redes sociales.
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El intenso calor había hecho que la cena de la cumbre de la ONU en Sevilla no tuviese lugar hasta casi las nueve de la noche. La reina, siempre curiosa, observaba el interior del Alcázar mientras esperaban a que diese comienzo la llegada de los invitados. Las miradas cómplices de los reyes son ya un clásico en sus últimas apariciones en público.
Casa de S.M. el Rey
No es el último acto de Sevilla. Este mismo lunes por la mañana volverán a aparecer antes de poner rumbo a Madrid. Un viaje exprés de enorme trascendencia. Los reyes ejercían este domingo de anfitriones a gran parte de los mandatarios internacionales de mayor peso. Un evento de enorme importancia marcado por algunos errores en el protocolo.
Fallos de protocolo
No fue el de Pedro Sánchez el único error durante la recepción. Eran muchos los mandatarios que no acertaban con el protocolo en este tipo de eventos. La situación de los reyes, como si fuese un besamanos, hacía que los invitados pasasen, saludasen y pusiesen rumbo a la siguiente estancia del Alcázar donde iba a celebrarse la cena. Era entonces cuando debían recordarles que quedaba la fotografía oficial.
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Esto ocurrió en muchos de los casos, mientras los reyes Felipe y Letizia aguantaban estoicos. Desde Casa Real se retransmitió el inicio del acto, dejando ya para un ámbito más privado la cena en sí. De las imágenes facilitadas, podía observarse como la mesa presidencial, en lugar de los 12 sitios habituales para los comensales, quedaba solo con 11. Algo que hacía su colocación un tanto extraña.
No obstante, la elección de un emplazamiento tan espectacular hacía que todo quedase en un segundo plano. No había mejor sitio que el Real Alcázar para mostrar el mundo las maravillas arquitectónicas que posee nuestro país.