La reina Letizia (50 años) volvía a estar en boca de todos hace escasas horas. Como cada vez que que aparece ante las cámaras. Esta vez, eso sí, no por sus posados ni por sus estilismos. Tampoco por sus discursos. La reina se encontraba con una joven escritora que le había traído su último libro y no dudaba en acercarse para pedirle que se lo dedicara. “Me lo das a mí”, le respondía la reina divertida cuando la escritora le preguntaba si se lo dejaba a un miembro de su equipo. Todo, claro, bajo la atenta mirada de los teléfonos móviles. Gracias a esta encuentro inesperado podíamos volver a ver a la reina fuera del corsé de la institución. Encuentros espontáneos que cada vez se producen más.

La imagen de la reina se ha transformado en los últimos tiempos. De la distancia y la frialdad que siempre se le achacaba como crítica a una Letizia mucho más cercana y cordial. También pretendidamente espontánea. La reina sabe que, en todo momento, las miradas están puestas sobre ella y ejerce a la perfección. Saludos, conversaciones, gestos de cariño, todo es poco para esta nueva Letizia. Una transformación que llega cuando es su hija Leonor la que coge camino hacia su mayoría de edad. ¿Tiene la princesa de Asturias el mejor espejo donde mirarse?

Los vídeos espontáneos de la reina Letizia

Si hay un miembro en Casa Real que conoce cómo son los medios y como ha evolucionado la sociedad, esa es la reina Letizia. Mientras los demás integrantes de la familia del rey continúan con sus agendas y sus papeles tradicionales, la reina se muestra cada vez más cercana. Letizia sabe que en cualquier momento uno puede ser susceptible de una grabación por parte de cualquiera y actúa en consecuencia. No solo no sale de su papel en ningún momento, sino que ha logrado aprovechar estos instantes de 'traición' en su propio beneficio. Letizia gana en las distancias cortas, cuando se baja del escenario e interactúa con los asistentes y el público.

No es casualidad que cada poco tiempo, aparezca un vídeo grabado a la reina durante sus múltiples actos. Ya sean instantes en los que la madre de la princesa de Asturias departa amablemente con los invitados, atiende a preguntas o peticiones o tan solo saluda a la cámara, consciente del impacto que cualquier imagen que protagoniza termina teniendo. Su 'hola, hola, hola' cuando pillaba a una ciudadana, móvil en mano, se hacía viral. Resulta prácticamente imposible captar a la reina en un renuncio. Letizia controla todo lo que ocurre a su alrededor y trabaja a favor de obra.

Lejos queda esta imagen de Letizia con la seriedad que han transmitido tanto el propio rey como sus hermanas, las infantas Elena y Cristina. La hija mayor de los reyes dejaba entrever su mal carácter cuando los reporteros trataban de conseguir algunas declaraciones suyas. Un comportamiento que ya no encuentra lugar en la monarquía tal y como se convive ahora. Basta con echar un vistazo a la espontaneidad de Máxima de Holanda, a la cercanía que pretenden Guillermo y Kate Middleton o a la nueva hornada de herederas a los tronos europeos.

El reto de Letizia ante la mayoría de edad de Leonor

Mientras la reina sí ha hecho un enorme cambio en su imagen pública, mucho más asentada tras la coronación y la salida del rey emérito de las funciones públicas, no ha sido así con sus hijas. Son poquísimas las imágenes que tenemos de la princesa de Asturias y de la infanta Sofía y en todas se encuentra perfectamente estudiada y detallada su labor. Incluso en los actos a los que han acudido en solitario, se muestran tímidas y en un papel marcado, lejos de evidenciar algo de la naturalidad propia de su edad.

El control que los reyes -en especial, la reina- ha ejercido sobre la imagen de sus hijas es uno de los grandes debates del momento. A pocos meses de que Leonor cumpla la mayoría de edad, no son pocas las voces que reclaman una presencia más habitual y distendida de la princesa de Asturias. Si bien todavía es menor y tiene cierta lógica, el cambio que debe preparar Casa Real para los 18 años de Leonor debería ser más que evidente. Mientras la heredera al trono continúa con sus estudios y una agenda limitada, sus homónimas de otras monarquías asisten a las grandes concentraciones 'royal' de Europa.

¿Cómo gestionará Letizia que su hija sea una persona independiente con sus propias obligaciones? Finalizada su etapa de estudiante y a punto de comenzar la formación militar, Leonor se prepara para el futuro. Sus últimas imágenes, en la graduación en Gales, dejaba ver una nueva forma de comunicación. Selfies realizados desde el teléfono de la reina donde la familia estricta -padres e hijas- se mostraba al mundo en una aparente cordialidad y naturalidad. Este puede ser, sin duda, el camino que emprenda ahora Casa Real.

La reina Letizia: más discursos y menos estilismos

Aunque cada una de las apariciones de Letizia son noticia tanto por su contenido como por su continente, no son pocas las veces que se ha deslizado que la reina no se encuentra cómoda. La excesiva atención que se realiza sobre sus elecciones estilísticas hace que se pierda el mensaje. ¿Está esto también en proceso de cambio? Durante las últimas semanas hemos visto como algunos de los discursos de la reina han tenido una enorme repercusión. Bien por su mensaje, bien por el dominio que Letizia tiene de las diferentes lenguas. La reina interesa.

Es cierto que tampoco pierde la oportunidad para enviar mensajes con cada una de las prendas que elige. Consciente de la inmediata repercusión, Letizia aprovecha cada uno de los recursos a su alcance para labrarse una imagen integral. Llegan nuevos aires a la monarquía y son más necesarios que nunca para la institución.