Una experta en protocolo, sobre el motivo de la diferencia salarial entre la reina Letizia y doña Sofía: "Tiene una fuerte carga simbólica. Refleja un equilibrio institucional deliberado"

Hablamos con María José Gómez Verdú, experta en protocolo, sobre la realidad de los presupuestos de la Casa Real

Letizia y Sofía
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Cuando Felipe VI llegó al trono en 2014, tenía claro que la Casa Real necesitaba un cambio de rumbo. Dejar atrás los escándalos que habían desgastado la imagen de la monarquía era el objetivo principal, y desde el principio, don Felipe (57 años) y doña Letizia (52 años) reforzaron esa transparencia inexistente en tiempos de Juan Carlos I en busca de la confianza del pueblo. Así, cada año se hace público el presupuesto de la Casa Real y la gestión que se hace de todos los ingresos. 

Hace solo unos días Casa Real facilitaba las cifras del 2024. Con un presupuesto total de 8.431.150 euros, la gran parte se destina a sufragar los gastos ordinarios del personal. Respecto a los salarios de los miembros en activo de la familia real don Felipe ocupa la primera posición con 277.361 euros. Detrás de él, doña Letizia con 152.539 euros y le sigue muy de cerca la reina Sofía, con 124.814 euros.

Felipe, Letizia y Sofía
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La escasa diferencia entre Letizia y doña Sofía

Llama especialmente la atención la escasa diferencia que existe entre la asignación de la reina Letizia y la de doña Sofía. Para entenderlo, hemos preguntado a María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta.

"Este dato, que podría parecer anecdótico, tiene una fuerte carga simbólica. Refleja un equilibrio institucional deliberado, en el que se mantiene el reconocimiento a la figura de la reina honorífica, pese a que su papel es hoy mucho más discreto", nos explica. Doña Sofía sigue siendo una figura valorada por su trayectoria y es a través de esa equiparación salarial con su nuera donde se lee "un gesto de continuidad y respeto" hacia ella.

Letizia y Sofía

La reina Letizia con doña Sofía en Mallorca en 2022. 

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Leonor y Sofía se quedan sin asignación

Un año más, la princesa Leonor y la infanta Sofía se quedan sin asignación económica. ¿El motivo? Por decisión expresa de sus padres, las jóvenes no contarán con un salario hasta que terminaran con su formación académica, ya que actualmente no desempeñan funciones oficiales de manera permanente. 

Gómez Verdú nos cuenta que "los príncipes europeos comienzan a percibir recursos cuando asumen agendas institucionales formales". Sin embargo, en el caso de Leonor y Sofía no ha sido así. Según la experta, la heredera "parece acercarse a ese punto de inflexión, pero desde Casa Real se está optando por una incorporación prudente y progresiva". La razón que se escondería detrás de la decisión de los reyes es evitar "generar una percepción de privilegio precoz en una sociedad muy atenta al uso del dinero público (...) El momento llegará, pero será cuando su papel institucional sea estable, permanente y no simbólico".

Leonor y Sofía
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El millonario presupuesto de Casa Real: ¿a qué se destina?

Si comparamos la Casa Real española con el resto de coronas europeas, España sigue siendo una de las monarquías con menor presupuesto público. "Esta austeridad es una respuesta clara a las exigencias de la sociedad, pero también al deseo de mantener una institución sobria y alineada con la realidad del país", asegura la experta.

En su análisis, Gómez Verdú ha querido hacer hincapié en el destino final de ese presupuesto general al margen de las cifras individuales. Sabemos que la Casa Real cuenta con un total de 8.431.150 millones de euros, de los cuales una parte sustancial está orientada a gastos de representación internacional, donde la monarquía actúa como un canal diplomático de alto nivel. "Este papel, aunque poco visible, tiene un impacto real en la proyección de España y su economía. En ese sentido, los presupuestos no deben leerse solo como un gasto, sino también como una inversión en imagen-país", expone.

La experta aplaude la decisión de don Felipe y doña Letizia de hacer públicos los presupuestos después de años de opacidad absoluta. "Supone un avance, pero transparencia no es solo publicar cifras: es también explicar su razón de ser. En este sentido, aunque se ha recorrido un camino significativo, aún hay margen de mejora. La ciudadanía no solo quiere saber cuánto se gasta, sino por qué, en qué se traduce y qué retorno simbólico o práctico tiene esa inversión", expone con convicción. 

Y concluye: "Los presupuestos reales son mucho más que una lista de cifras. Son una radiografía del momento institucional, de la visión de futuro de la Casa Real y de cómo pretenden adaptarse a los nuevos tiempos. Transparencia, pedagogía y evolución son los pilares sobre los que debería asentarse esta modernización porque la confianza no se hereda: se construye".