La vida de Iñaki Urdangarin (56 años) ha dado un giro (esperado) que puede cambiar el rumbo de la relación que mantiene con Ainhoa Armentia (45 años). El exdeportista, que firmó el divorcio con la infanta Cristina hace unas semanas, ya se ha mudado con su nueva pareja para comenzar su proyecto en común pero ya es oficial y definitivo que se ha quedado sin escoltas. Acostumbrado a ir siempre protegido y amparado por sus guardaespaldas (motivo por el que muchas veces no hemos podido ver algunos de sus comportamientos o acercarnos demasiado para ver qué estaba pasando en su día a día, el Ministerio del Interior, que comenzó la retirada de seguridad del exdeportista hace pocos días, ha dado por terminado este dispositivo hace unas horas, según ha adelantado 'Vanitatis'.
Quedando muy poco para que sea un ciudadano corriente y cualquiera, Iñaki deberá enfrentarse a los medios como nunca antes lo había hecho. Si hasta ahora contaba con la ayuda de sus escoltas para evitar a la prensa, una de las tareas que más han desempeñado quienes custodiaban su seguridad desde hace años, el exportista tendrá ahora que hacerlo por su cuenta siendo más discreto o huyendo más rápido cuando vea a los paparazzi. Además, tal y como cuentan en el citado medio la relación del exduque con estos trabajadores siempre ha sido muy cercana. Y es que alguno de ellos ha estado con Iñaki desde su época de Washington. Pero no solo eso, cuando se separó de la Infanta hace dos años se le adjudicaron otros dos distintos con quienes también forjó una bonita amistad.
Además, cuentan que tan buena era la amistad que el exduque de Palma entabló con sus escoltas que era muy normal verlo tomando algo con ellos y con Ainnhoa. En el citado medio revelan que muchos se sorprendían cuando los veían en bares "sentados todos en la misma mesa, entre bromas y confianza". Sin muchos más detalles y datos sobre cómo era exactamente el dispositivo de seguridad del que fuera marido de la Infanta (el Ministerio del Interior nunca ha querido comunicarlo), 'Vanitatis explica que como mínimo eran cuatro agentes a su servicio, aunque otros aseguraban que podían ser hasta ocho personas porque estas debían tener turnos, vacaciones y jornadas que librar, por lo que debían tener a otros que pudieran hacer los cambios.
A pesar de que no sabemos cómo se siente o qué opina de la retirada de los agentes, lo cierto es que Iñaki siempre ha sido muy reacio a que le quitaran el dispositivo de seguridad. El pasado marzo de 2023 Urdangarin se negó en rotundo a que se le retiraran los agentes de la Policía Nacional que velaban por su integridad. Según explicó el programa 'Y ahora, Sonsoles', el excuñado de Felipe no deseaba quedarse sin los escoltas de Casa Real que le seguían desde hacía más de dos décadas y se ha rebeló contra esta decisión.
![Iñaki Urdangarin](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1800"%3E%3C/svg%3E)
Iñaki Urdangarin pierde los escoltas para siempre.
En aquella pataleta que ha terminado este viernes 9 de enero Iñaki contaba con un importante apoyo: el de los propios agentes encargados de esa tarea. Y es que la citada información aseguraba que los responsables de la seguridad del exduque también mostraron su rechazo al cambio, esgrimiendo que aunque se le retire la seguridad, esos escoltas seguirán formando parte del grupo del Cuerpo Nacional de Policía destinado a Casa Real, por lo que la medida no supondrá ningún ahorro económico.
La protección de Iñaki Urdangarin cuesta a las arcas públicas unos 8.000 euros al mes a cuenta del Ministerio del Interior. Este presupuesto no tiene nada que ver con el destinado a Casa Real y hasta ahora se justificaba por la posición pública y mediática del exduque, la cual podría poner en riesgo según él su integridad física de no contar con esa protección. No obstante, ya divorciado de la infanta Cristina el criterio ha cambiado y ya no hay necesidad ninguna de continuar con este gasto.
Iñaki y Ainhoa ya viven juntos
Sin escoltas Iñaki queda al descubierto y posiblemente se sienta que da un salto al vacío. Una nueva situación que pone en peligro su intimidad con Ainhoa, con la que ya vive en su piso de Vitoria desde hace unas semanas. Si hace hace poco supimos de las reuniones "secretas" para que la pareja del exjugador de balonmano pudiera conocer a Claire Liebaert, el hijo de esta y su nueva pareja serán vecinos en la misma urbanización a las afueras de la ciudad. De hecho, el ex de la Infanta y su chica han reformado su vivienda de alquiler. Eso sí, por suerte o por desgracia lo cierto es que tendrán la suficiente intimidad en el día a día, ya que sus respectivas casas están separadas por varios portales de diferencia.
Tal y como contó '¡Hola!', a finales de enero, el ya exyerno del rey emérito estuvo preparando y llevando cajas con todas sus cosas al que será a partir de ahora su nueva morada. Pero no lo hizo solo, aprovechó que su madre va a ser su vecina para que le echara una mano con alguna de ellas. Además, parece que Iñaki y Ainhoa estuvieron días antes viendo y visitando algunas tiendas del centro de la ciudad para comprar muebles, adornos y utensilios que van a necesitar en este proyecto juntos.