Así han sido los 25 años en el trono de la reina Rania de Jordania: ambición, críticas y mucho lujo

La consorte de origen plebeyo, casada desde 1993 con Abdalá II, ha sido siempre el miembro más elegante de la familia real hachemita

Rania de Jordania
GTRES
Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Solo han pasado unos días desde que el rey Abdalá de Jordania concediera a su mujer, la reina Rania, la Suprema Orden del Renacimiento por sus 25 años de servicio al conjunto de los ciudadanos de su país. “Me siento honrada de recibir este reconocimiento, pero no hay mayor honor que estar a tu lado, y ninguna responsabilidad mayor que tu confianza”, le escribió ella después en sus redes sociales, a las que siempre fue asidua. “He sido bendecida con la posibilidad de pasar mi vida contigo, de ser la madre de nuestros hijos y tu compañera de vida. Eres un líder con una visión valiente para el país, firme en tus principios e inspirador en tu fe. Tengo la suerte de contar con tu confianza y apoyo, y seguiré siendo siempre una fiel soldado en tus filas”.

Rania el-Yassin nació en Kuwait, en 1970, en el seno de un humilde matrimonio de refugiados palestinos. Se formó en Gestión Empresarial en la Universidad Americana de El Cairo, y más tarde se instaló en Amán, donde su familia se había asentado tras huir nuevamente por la Guerra del Golfo. Pasó un tiempo trabajando para el Citibank y para Apple en la capital de Jordania, hasta que a principios de 1993 conoció a Abdalá, hijo del rey Hussein I de Jordania, en una cena organizada en casa de la hermana de él. Seis meses más tarde, Rania se convertiría en princesa consorte tras contraer matrimonio con él en una boda celebrada en el palacio Zahran. En 1994 tuvieron su primer hijo juntos, Hussein. Después nacerían Iman —en 1996—, Salma —en 2000— y Hashem —en 2005—.

Hussein dispuso en un principio que el heredero al trono hachemí era su hermano, el príncipe Hassan. Sin embargo, en enero de 1999, apenas dos semanas antes de morir, el monarca, que llevaba varios años enfermo de cáncer, cambió de opinión y nombró como tal a su hijo Abdalá, que de niño estudió en el Colegio Educacional Islámico en la capital jordana y a continuación pasó varios años en centros privados del Reino Unido y de Estados Unidos. Abdalá juró como rey ante el Parlamento en febrero de aquel mismo año y, apenas unos días después, hizo de Rania su reina —la viuda Noor de Jordania se marchó a Estados Unidos al día siguiente—.

Una 'royal' comprometida

La primera disposición legal de Abdalá II consistió en un decreto real que nombraba príncipe heredero a su medio hermano de 18 años, Hamzeh, hijo preferido del fallecido rey y de su madrastra, Noor, nacida en Estados Unidos. Cinco años después, el monarca se desentendió de aquel acuerdo y acabó designando a su propio hijo primogénito, el príncipe Hussein bin Abdalá, como nuevo heredero del trono —una decisión que enfrió aún más la ya de por sí distante relación entre los actuales reyes y Noor—.

Rania de Jordania
Instagram @queenrania

Estilosa y esbelta, Rania fue elegida la tercera mujer más bella del mundo en una encuesta de la revista Harpers & Queen en 2005, y Oprah Winfrey la calificó en uno de sus programas como un "icono internacional de la moda" que, además, se entregaba a obras sociales y defendía los derechos de la mujer en un país donde, hasta hace poco más de un lustro, el artículo 308 del Código Penal obligaba a las víctimas de violaciones a casarse con su agresor para "proteger" el honor de su familia.

"El respaldo ofrecido por una reina consorte de origen cisjordano a una reforma legal que pretendía conceder a las mujeres el derecho a transmitir la nacionalidad pese a estar casadas con extranjeros —es decir, con palestinos— le granjeó la enemistad de la Jordania profunda y conservadora", escribió sobre ella el periodista Juan Carlos Sanz

Los sectores urbanos liberales de Amán, en cambio, mostraron su respaldo a la reina, sobre todo después de que esta pronunciase en 2014 un contundente discurso contra el radicalismo religioso en un acto en Abu Dabi. “Los extremistas se basan en la complacencia de los moderados. Piensan que no vamos a hacer nada para frenarlos. Mi islam no es así”, comentó ese día Rania, una mujer árabe que nunca lleva velo —salvo cuando visita una mezquita—, y que, según revelaron los cables de Wikileaks, es alguien inteligente, preparado y con carácter —como demuestra el hecho de que, desde el principio, haya colaborado activamente en la gestión del país junto a su marido.

Un alto tren de vida

A lo largo de los años, la consorte ha sido cuestionada varias veces por su alto tren de vida. Sucedió por ejemplo en verano de 2010, poco antes de que el mundo árabe viviera una oleada de protestas contra la corrupción y las injusticias sociales, cuando los habitantes de Jordania se indignaron al descubrir que no había escatimado en gastos de agua e iluminación para la fiesta de celebración de su 40 cumpleaños, que se celebró en el desierto de Wadi Rum y contó con más de 600 invitados.

Las duras críticas recibidas le hicieron empezar a cortarse un poco a la hora de desbordar ostentación. Aunque nada de eso ha hecho que pierda su estatus de reina del glamour. De hecho, el pasado mes de junio volvió a derrochar elegancia en la boda de su hijo, el príncipe heredero Husein, con la joven arquitecta saudí Rajwa Al Seif, a la que muchos ven como la digna sucesora de su suegra —además de una gran belleza, las dos comparten el gusto por las firmas de lujo occidentales y cierto carácter ambicioso—

El bodorrio puso una nota de alegría en la Casa Real jordana, que en 2021 experimentó una fuerte crisis tras el intento de golpe de Estado del príncipe Hamzah, exheredero al trono, quien decidió actuar así al estar disconforme con la línea política del país. La reina Noor, indignada tras la detención de su hijo, que desde entonces permanece bajo arresto domiciliario vigilado, acudió a Twitter para dar su opinión sobre las dificultades que entonces afrontaba la monarquía jordana: "Rezando para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Dios los bendiga y los mantenga a salvo".

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