Los miembros de la Casa Real de Mónaco son conscientes de que enero es un mes cargado de eventos. A finales del primer mes del año son las fiestas del Principado de Mónaco y, concretamente, el 27 de enero es el día de la misa de Santa Devota, la patrona del país. Por ello, los máximos representantes de la realeza acuden a la catedral para celebrar este día tan señalado. Además, en esta ocasión Alberto (65 años) y Charlene de Mónaco (46 años) han acudido en solitario.
Cabe destacar que a la esposa del príncipe soberano no se le olvida esta cita, puesto que dos días antes es su cumpleaños. El pasado jueves cumplió 46 años, donde pudimos verla junto a su marido y sus dos hijos acercarse a recoger una enorme tarta de cumpleaños de 7 pisos. Además, la familia real acudía al mercado de la Condamine para visitar los diferentes comercios de este exclusivo y reconocido espacio monegasco.
La sobria vestimenta de Charlene de Mónaco
El matrimonio llegaba a la catedral envuelto en una gran expectación. Sin embargo, los gestos que han ido adquiriendo uno y otra han sido los que han marcado lo ocurrido. En primer lugar, hay que analizar la vestimenta que llevaba la princesa y es que se ha decantado por un look totalmente sobrio, aunque muy elegante, muy acertado para la ocasión y el lugar al que iba con motivo de las fiestas del Principado.
El color de su traje era azul marino, aunque pueda parecer negro. Se trataba de un traje de chaqueta abotonada con solapas muy grandes y un pantalón de acabado satinado, al que le acompañaba una bufanda en los mismos tonos para resguardarse del frío de estas fechas. Por su parte, Alberto lucía un traje de chaqueta también en tonos azules, añadiendo las gafas de sol al salir de la iglesia.
Los significativos gestos de Alberto y Charlene de Mónaco
Además del look, hay que destacar varios gestos que han cobrado todo el protagonismo en esta misa que ha tenido lugar en la mañana de este sábado. En primer lugar, Charlene ha estado en todo momento muy seria, ya que apenas se le ha podido ver sonreír, a diferencia de su marido. En todas las imágenes que hay de la princesa su semblante es más serio de lo habitual.
Por otro lado, hay que resaltar la actitud que ha tenido Alberto. Al príncipe soberano sí lo hemos podido ver sonreír en determinados momentos, sobre todo los del exterior de la catedral. Pero lo más llamativo de todo ha sido que en varios momentos se le puede apreciar su preocupación por Charlene, estando pendiente de ella en todo momento y mirándola varias veces.
![Alberto y Charlene de Mónaco](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1800"%3E%3C/svg%3E)
GTRES
No obstante, ha habido un momento que Charlene ha estado un poco menos seria y con una actitud más desenfadada que ha sido el momento en que han aparecido en el balcón del Palacio y han saludado a los presentes. Además, a estos actos han acudido los dos en solitario, sin contar con la presencia de sus hijos que tanto le acompañan en otras ocasiones y diferentes eventos.
En cualquier caso, la princesa está recuperando poco a poco su presencia en este tipo de actos, tras haber estado apartada por diferentes motivos de salud. No obstante, la atenta mirada de Alberto es una muestra de la preocupación del monegasco por su esposa, ya que continúa apoyándola para ayudarla en su recuperación y también en su reincorporación a los deberes que tiene por pertenecer a la familia real.