Construyeron una familia numerosa. Es lo que deseaban. Y de lo que no se arrepienten tampoco. Los pequeñajos marcan sus agendas laborales y a veces, hasta definen sus trabajos. De hecho, Carolina Cerezuela y Carlos Moyá son ahora imagen de los kiwis 'Zespr'i porque son guapos, deportistas, saludables y sus niños parecen de anuncio. Sólo una dieta sana en la que la fruta ocupe un lugar preminente puede reforzar unos genes que, de por sí, ya deben de ser buenos.

Pero ahora que los niños empiezan a tener sus horarios de cole, Carolina empieza a aceptar más ofertas. Incluso a explorar facetas que desconocíamos de ella. Canta. Sí, sí. Aún puede contar poco porque el proyecto se está gestando, pero Carlos dice que es sorprendente. Si conocía de esta faceta escondida de su mujer es algo que se guardan para otra rueda de prensa. Eso sí, dentro de Carlos no hay más estrella artística que la deportiva, que no es poco. No oculta ni a un actor en ciernes ni a un prestidigitador. Pero sí que, según su mujer, lleva un gamberro en su interior.

¿Os preocupáis mucho por lo que comen los niños?
Carolina: Todos los papás nos preocupamos mucho de que los niños tengan que comer una cosa determinada y no otra, pero al final como más se aprende y se enseña es con el ejemplo. Lo que te ven comer es lo que les despierta la curiosidad, por tener en su plato también, y probarlo. Partiendo de la base de que los adultos de la casa, mi marido y yo, tenemos una alimentación equilibrada, nos gusta mucho la fruta y a ellos también. Es la comida que hay en casa y lo que todos acabamos comiendo. No hay mayor secreto. No es que les pongamos un plato de chuches y otro de frutas y tengan que elegir. Si no hay chuches, se come fruta y ya está.

¿Te ocupas directamente de sus comidas?
Carolina. Hoy en día tenemos un cole en el que comen muy bien, que nos facilita su tabla de alimentación súper equilibrada incluso con proposiciones de cena para aportar a su dieta lo que les falta. Luego, a Carlos, le gusta mucho cocinar. Siempre está enredado en la cocina, haciendo nuevas recetas. Y a los niños les gusta ser sus pinches. Para ellos es un juego. Y para nosotros una forma de estar en familia. Para la mayor es su mayor diversión. Y para nosotros, verlos contentos es lo más.

¿Cómo se gestiona una familia numerosa?
Carolina
: Mmmmmm… A ver, hay horas punta (risas). Horas que son un poco más intensas, pero como en todas las familias. Cuando vienen cansados y no quieren baño y no quieren nada. Esa lucha. Pero lo gestionamos bien.

Vamos, que no os planteáis más…

Carolina: Es que todavía son pequeños.
Carlos: Los pequeños, Carlos tiene dos, casi tres y Daniela, uno y medio. De momento, esperaremos un poco. No cerramos aquí tampoco. A ver. Ni que si, ni que no. (risas)

¿A quién se parece cada uno?
Carolina:
Uy, eso está clarísimo. Carla a su padre. Es igual de carácter. Igual. A veces, su padre, cuando la estoy regañando, me mira en plan: “Es que yo le entiendo…” (risas). Alucina del nivel en el que ambos llegan a identificarse. Carlitos…
Carlos: Eres tú. Carolina: (risas)
Carolina: Soy yo, sí. Con todas las consecuencias. Y Daniela es una mezcla. El carácter es muy mío, pero también tiene cosas de su padre.
Carlos: Es pequeñita. Se tiene que desarrollar. Ya veremos a ver.

¿Qué haréis estas Navidades?
Carlos: Iremos a Mallorca con la familia. Y luego, veremos también la suya.

Y después, ¿estrenamos proyecto musical? ¿A qué estabas esperando para mostrar esta nueva faceta, Carolina?
Carolina:
(Risas) Yo siempre decía que quería centrarme en mis hijos y lo sigo manteniendo. Son mi prioridad. Mi familia, mi marido y mis hijos siguen siéndolo todo. La agenda sigue organizándose en función del bienestar de los niños. Si viajo es porque Carlos están en casa; sí él viaja, es porque lo estoy yo, pero ya están en unas edades que tienen horario escolar y yo tengo más horas libres, así que estoy arrancando cosas: un capítulo de una serie, un programa para televisión que ya adelantaré y el tema musical. Es un proyecto muy bonito, que me apetece un montón, pero ya contaré en una rueda de prensa y hablaré largo y tendido del tema cuando esté perfilado. Será un proyecto que dará que hablar en 2016 (risas)

Pero tú siempre has cantado ¿o qué?
Carolina:
Ya te contaré. En un mes. Espera un poquito.

Pues Carlos, cuéntame tú. ¿O tú también formas parte de la historia?
Carlos:
A mí me han ofrecido que haga una remezcla casera de los temas (risas) Los voy a remasterizar.

Al menos, cuéntame si la has escuchado ya a tu mujer.
Carlos:
Claro. Me parece que tiene una voz muy bonita. A mi me gusta mucho. El resultado es estupendo. Y va a sorprender. La gente que no la tiene catalogada como cantante va a alucinar mucho.

¿Ella cantaba en casa?
Carolina:
¡Oye! No le cuentes!
Carlos: (risas) No, no, no cantaba nada.

Uy que ya veo quien lleva la voz cantante en la pareja…
Carolina:
Pues qué va (risas) Decidimos los dos… Carlos engaña. Es el que, al final, termina decidiendo. Como nuestras decisiones van a afectar a los dos de manera directa, tanto las mías a él como las suyas a mí, intentamos siempre llegar a un acuerdo. Que cada uno haga su trabajo y los niños nunca sen vean perjudicados.
Carlos: ¿A ti qué te parece?

Qué Carolina corta el bacalao…
Carolina:
(risas) Pues Carlos es más gamberro de lo que parece. La gente se sorprende. Os tiene engañados a todos. Y cuando la gente lo conoce, y lo cala, alucina, pero cuando yo lo cuento nadie me cree. Lo tiene que ver. Pero como carácter, yo tengo más carácter.

¿Cuál es el secreto para ser una pareja tan bien avenida? Sobre todo porque tanto niño ¿no enfría la pareja?
Carolina:
No sé.
Carlos: No tiene por qué. Obviamente no es lo mismo cuando estás solo que cuando hay niños, pero siempre hemos tenido tiempo para nuestras cosas, para pasar un rato solos. Es importante mantener siempre eso. A ver, que hay parejas que llegan del trabajo super cansadas, acuestan a los niños y terminan ellos detrás, pero en nuestro caso lo hemos llevado bastante bien. Hemos buscado el equilibrio y supongo que ese será uno de los secretos para que la pareja funcione.

Qué pedis para el año próximo?
Carlos:
Cuando se tienen hijos lo más que puedes esperar es que tengan salud y estén bien. Yo, particularmente, es lo único que quiero. Salud para los míos.

No vas a sorprendernos con una faceta artística desconocida rollo Carolina ¿no?
Carlos:
Yo nada de nada. Sólo jugar al tenis.