Las peores cuarenta y ocho horas de la vida de Carlota Corredera. La presentadora guardaba silencio y hacía como que no pasaba nada. Nadie se imaginó que, por dentro, se encontraba totalmente rota. ¿Qué había pasado? Un mes después, Carlota se sinceraba: había tenido que ser intervenida de un tumor. Ahora, con el paso del tiempo, se da cuenta de todo lo que pasó por su cabeza y le resulta imposible no romperse...

1 /5
1 / 5

Carlota Corredera

Nadie se enteró de nada. Hasta que la propia Carlota Corredera confesó, en directo en 'Sálvame', que había tenido que ser intervenida de un tumor, nadie había notado nada. La presentadora, muy emocionada, detallaba todo lo que había ocurrido. Tras habérsele diagnostico un tumor, tuvo que esperar dos días hasta conocer que, por suerte, era benigno. En este tiempo, siguió con su agenda de trabajo, haciendo de tripas corazón para no decir nada.

2 / 5

Intervenida de un tumor

“Fue el día en que comunicaron que tenía un tumor”. Carlota volvía a romperse al recordar el peor trance que ha tenido que pasar. La presentadora, alertada por una fecha que pronunció Víctor Sandoval durante el directo, se rompió. Entre lágrimas, su cabeza se fue justo al momento en que recibió el mazazo. 

3 / 5

El día que se lo comunicaron

“Cuando habéis hablado del pasado 27 de julio me he acordado que fue el día que me comunicaron que tenía un tumor”, recordaba la presentadora en directo. En aquel momento, nadie sabía nada y Carlota quiso aguantar el tipo en todo momento.

4 / 5

Nadie sabía nada

“Esa tarde yo quise estar muy entera en el programa porque mi madre no sabía nada”, explicaba ahora Carlota, ya más tranquila. “Carlos sabía pero no todos los detalles. Me ayudó mucho saber que tenía que presentar el programa”. De hecho, Carlota, haciendo gala del humor que le caracteriza, hizo como si nada. Nadie se dio cuenta del infierno que estaba viviendo.

5 / 5

La peor tarde de 'Sálvame'

“A las 48 horas me dijeron que era benigno y no tenía que preocupar. Sin duda, la tarde del 27 de julio fue de las peores de Sálvame y me alegro de que haya acabado todo bien”. Un sonoro aplauso le devolvía la fuerza para seguir presentando.