Llega el invierno, pronto será Navidad, y a muchos se nos encoge el corazón cuando vemos a personas sin hogar a quienes la vida no las ha tratado con la misma suerte que al resto. Marisa Jara también tiene su corazoncito y ha decidido, no ponerle solución –que eso no está en su mano–, pero sí aliviar en lo posible la triste situación de un indigente que ha llegado a su barrio.

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Marisa Jara

Marisa le llevó unas mantas y algunos enseres para que las frías noches de invierno no sean tan duras. Aparentemente, no es mucho, pero seguro que el hombre se lo agradeció, no solo por las mantas –que, sin duda, hará buen uso de ellas– sino por no haber sido para ella un ser invisible y haberse preocupado por su situación. Desgraciadamente, ignorar la presencia de todas esas personas que malviven en las calles de las grandes ciudades es lo que suele suceder. Y mientras los servicios sociales no tomen cartas en el asunto –aunque sabemos que hacen lo que pueden–, cualquier ayuda es poca.

Además, Marisa ha querido darle la bienvenida al barrio. ¿Se puede ser más cariñosa? "Querido vecino, no nos conocemos mucho pero sé que vives en el barrio. Cada día que pasa hace más frío fuera, sobre todo por las noches ,así que te he dejado algunas mantitas y cositas que podrían ayudarte. ¡Que alegría me da poderte sacar una sonrisa! Solo quería darte la bienvenida al vecindario.☺️ #noimportalacantidadolacausaporlaquesecoopere #intentarquehayaunmundomejorestáennuestrasmanos❤️", escribió Marisa, a quien no le cabe el corazón en el pecho de tanta generosidad.