Bronca monumental entre Kiko Rivera y Laura Cuevas en 'GH VIP'

Kiko Rivera y Laura Cuevas

Las reglas en los 'realities', como en la vida, están para saltárselas y, sobre todo, cuando hablamos de 'Gran Hermano'. Si en otras ediciones hemos visto como los concursantes expulsados no volvían a pisar el plató, en esta comprobamos que Los Chunguitos tienen su sillón reservado, pese a no intervenir en ningún momento en la gala de anoche –excepto para dar pie a la promoción del nuevo programa que van a protagonizar en Cuatro–. Y lo mismo ocurre con la familia Pantoja. Mientras que en las ediciones 'anónimas' del programa, los defensores abandonan el plató cuando ya ha salido su defendido de la casa, los responsables de 'GH VIP' decidieron que Anabel Pantoja hiciera frente común con su primo Kiko Rivera para recibir a Laura Cuevas, el 'huracán de Cantora', una de las últimas en subirse al carro de enemigos de los Pantoja. ¿Lo consiguieron? Más bien poco.

 

Kiko Rivera había anunciado, desde el primer momento, que su objetivo en el concurso era cantarle las cuarenta a Laura Cuevas –si se han perdido, es la hija del que fue mayoral de Cantora durante 34 años– por hablar mal de su familia, pero claro, del dicho al hecho... Al DJ se le aflojaron los pantalones en cuanto entró en la casa y prefirió darse baños en el jacuzzi antes de enfrentarse a su ex empleada –es mucho más agradable, ¡dónde va a parar!–, así que aprovechó la expulsión de la concursante para dejarle las cosas bien claritas. ¡Y tanto que lo hizo! El problema es que Laura tampoco se quedó corta y se enzarzaron en una violenta discusión jaleada por el público –¿se habría llevado Kiko Rivera a sus mejores amigos a la gala?– y frenada por Jordi González, que, el pobre, hacía lo que podía. Llegó un momento en que Rivera amenazó con irse del plató si se continuaba hablando de su madre y casi llega a las manos con el primo de Laura. Todo muy elegante y distinguido.

 

La lucha encarnizada entre los Pantojas y los Cuevas se libró con un claro empate. Ni Laura se dejó amedrentar por los que fueron sus 'jefes', ni los familiares de Isabel Pantoja perdieron oportunidad para descalificar a la concursante y limpiar el honor de la matriarca del clan, que ya saben, 'está donde está'. Y los espectadores, indefensos ante tanta locura, acabamos con una taquicardia considerable y el azúcar por las nubes tras varias horas de gritos, discusiones, reproches y puñales volando. ¿Así cómo nos íbamos a ir a dormir con tranquilidad? Menos mal que la gala prometía muchas sorpresas y acabó siendo un largo y tedioso aburrimiento. ¿Dónde están los famosos de primera línea cuando se les necesita? A este ritmo, no conseguiremos remontar el espectáculo.

 

Mientras media España tenía los dedos cruzados y confiaba en la entrada de Nacho Polo como sustituto de Kiko Rivera en el concurso –el ex de Víctor Sandoval se está haciendo el interesante a través de sus redes sociales–, los responsables de 'GH VIP' decidieron que las nuevas concursantes iban a ser Chari, veterana de 'Gran Hermano' –ya ha estado en dos ediciones–, y Ángela Portero, periodista del corazón y colaborada de 'Sálvame'. Y no es por adelantarnos a los hechos, ya que confiamos que las dos nuevas habitantes de la casa de Guadalix den mucho juego, pero, ¿a quién se le ocurrió esta elección? El caso de Ángela Portero es comprensible –un miembro de 'Sálvame', aunque sea uno poco habitual, siempre llena la pantalla–, pero, ¿Chari? ¿No había otros 'VIPS' dispuestos a dejarse seducir?

 

La llegada de las dos nuevas fue recibida con alegría por parte de los concursantes, que ya tienen bastante con sus conflictos como para preocuparse por recién llegadas. La casa al completo, liderada por Ylenia, han declarado la guerra a Ares y no piensan parar hasta que la reportera acabe fuera del concurso –muy posiblemente la próxima semana, ya que está nominada–. Mientras tanto, Víctor Sandoval y Aguasantas luchan por el amor del torero, que se debate entre uno y otro y no acaba de tener muy claro hacia donde decantarse –hablamos de amistad, claro, no vayan ustedes a pensar–. Belén Esteban continúa como ama y señora de la casa y Coman, el eterno incomprendido, flota cual espíritu libre, sin dejarse llevar demasiado por la corriente –le auguramos poco recorrido con esta táctica–.

 

La semana, sin duda, se presenta calentita. Esperamos acercamientos de Chari con Fede, brotes de ira de Ylenia, lloros de Aguasantas, muchos confesionarios de Ares, Belén Esteban hablando una y otra vez sobre Jesulín y su Andreíta, Víctor Sandoval anunciando su intención de abandonar el concurso cada media hora y la pobre Ángela Portero buscando su sitio y asumiendo el papel que dejó Olvido Hormigos. ¿Tendremos repesca de la ex concejala? No lo duden. 'Gran Hermano' es así.

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