Al pan pan y al vino vino. No se anda con medias tintas. Bertín Osborne es muy simpático pero también de armas tomar y no tiene pelos en la lengua. De hecho, te lo cuenta tal cual: estaba hasta las narices de que le llamaran para colaborar en cada programa y él, sin oler un duro. Y por fin ha llegado la oportunidad: 'En la tuya o en la mía', un programa de entrevistas hecho a la medida del cantante de 'Buenas noches Señora'. Tan a la medida que se graba en su casa. O en la del entrevistado “si no hay más remedio”. Hay quien dice que es el Chester de TVE, sin embargo, las preguntas de Bertín, oyendo lo que cuenta, no tienen parangón. Dice que le preguntó a Carmen Martínez Bordiú por la bisexualidad de su abuelo Francisco Franco, a Mariló Montero por su psicología sexual y a Pablo Motos por un pasado para todos desconocido. A él Lecturas le preguntó por su segunda boda con Fabiola y contestó: “en cuanto nos vayamos de Sevilla”.

Bertín, ya tenías ganas de televisión
A ver, ganas, ganas... Que llevaba ya un año y medio sin presentar en televisión y yo ya estaba hasta las narices, porque me llamaban cada semana dos y tres veces para ir a todos los programas. Siempre que se estrenaba algún programa en cualquier parrilla de cualquier canal de televisión, me llamaban para ir al primero. ¿No podía ser el tercero o cuarto? No, siempre el primero. Así que dije que ya está bien, que quería un programa. Y cuando me ofrecieron este vi que era muy cómodo porque como lo hago en casa… y me pareció que esta idea en este momento de la televisión en el que estamos era interesante, y luego sí que es verdad que, salvo uno, a todos los invitados los conozco muy bien, son amigos, hemos convivido muchas situaciones fuera del trabajo y ha sido más fácil no sólo empatizar sino hacer preguntas incómodas de las que yo sabía las respuestas, así que no me podían dar otras, porque las sabía.

"A todos los invitados los conozco muy bien, son amigos"

¿Y cómo han sido esas entrevistas?
Ahora que no me oye nadie, me he quejado de que son demasiado largas. Y no era una queja por mí, porque yo estoy en mi casa, más que nada era por los invitados, porque ha habido programas en los que se han grabado cinco y seis horas, que luego se deben de volver locos para editar y sacar de ahí cincuenta minutos. Es asombroso que puedan quitar el setenta por ciento de lo que se ha grabado, sin llorar.

Sin empezar el programa, que se estrena el próximo miércoles 9 de septiembre con Pablo Alborán de protagonista, ya se ha criticado que te hayan contratado a ti para hacerlos...
A mí las críticas me la soplan, directamente. Éste es un mundo muy plural, hay mucha gente que critica pero hay mucha más que estará muy contenta de que estemos haciendo este programa de televisión, lo que pasa es que a lo mejor esos no lo escriben o no tienen internet o no les interesa como a mí. Pero, como verás, si yo tuviese que estar preocupado por las críticas que pueda producir cualquier intervención mía… me quedaría en casa a vender jamón, que es lo que hago mejor. Me trae absolutamente sin cuidado. El programa es un programa que está fantásticamente hecho. Y el resultado… si sale bien, no me creo las críticas, y si sale mal, a otra cosa. El mundo no se acaba aquí, ni para mí ni para TVE.

¿Entonces no has salido caro?
Te aseguro que cuando digo que es baratito, es que es baratito. Yo no sé la cifra, pero yo les he salido baratito, por lo que me han pagado a mí. Entonces, ¡claro que se puede hacer! Pero ten en cuenta que la tecnología ha evolucionado muchísimo y ahora mismo se pueden hacer programas casi con formato de cine que no son demasiado caros, y luego si la mayoría de los invitados no te cuestan dinero, pues no es tan caro hacer un programa bueno.

"A mí las críticas me la soplan"

Hay quien dice que la entrevista con Beatriz Montañez te puso de moda...
¿Crees que me he puesto de moda por eso? Yo creo que la que se puso de moda fue Beatriz Montañez. Y todo lo que yo he podido hacer después de ese programa es lo mismo o menos que lo que he hecho antes. Yo sigo estando aquí, sigo estando todas las semanas en el teatro, hago 150 funciones al año, vendo una cantidad de jamón y gazpacho que te quedarías asombrado, estoy grabando un disco con Sony y ahora estoy con un programa maravilloso en TVE con el que estoy disfrutando 'un huevo'. Beatriz Montañez creo que está en Tailandia con una mochila.

Has estado en casa de Carmen Martínez Bordiú, Lolita, Pablo Alborán, Pablo Motos… ¿Quién más te gustaría que entrase a tu casa o te invitase a la suya?
De los que no están hechos, hay muchos. Felipe González, por ejemplo. Hay muchos. Hemos llamado a Julio, me encantaría hacer una entrevista a Julio Iglesias porque tenemos también muchísimas anécdotas juntos y eso también en una entrevista hace que pueda ser muy divertida y simpática, y sobre todo muy atractiva. Y la de Felipe me apetece una barbaridad por las connotaciones que tenemos en común.

¿Y mujeres?
Pues mira, si quieres que te diga la verdad, yo no he propuesto ninguna, pero me gustaría entrevistar a Shakira, y hemos hablado con ella. Además, yo tengo con ella una anécdota graciosísima de cuando la conocí, porque estuvo en mi casa tres días y nunca supe que era ella. Le enseñé a montar a caballo sin saber quién era. Llegó un viernes, y el domingo por la tarde llegaron mis hijas y me dijeron: «Papá, ¡está Shakira!», y yo dije: «¿Dónde?». Llevaba tres días en casa y no me había enterado. Y ahora se ríe cuando se lo cuento, porque en aquel momento no se lo dije. Y la hemos invitado, pero como iba a tener el niño, me ha dicho que después de septiembre.

"Beatriz Montañez creo que está en Tailandia con una mochila"

¿Qué mas cosas te han pasado?
Te tengo que contar una cosa surrealista: en una entrevista me pasó una cosa muy graciosa, porque yo conozco a Carmen Martínez Bordiú de toda la vida, desde los 18 años, y fui a su casa y lo primero que me encontré, en la nueva, al entrar, fue una foto de Franco grande y encima un cuadro de un culo. Y yo le dije: “Si tu abuelo levantara la cabeza, ¿qué diría?”. Era una cosa acojonante, impresionante. Y luego le pregunté si su abuelo era bisexual, fue un descojono, como todo el mundo estaba muerto de risa, ya dije: “Pues aprovecho y se lo suelto”. Porque la entrevista tienen cosas muy entrañables y luego cosas muy cachondeo, la verdad. Y eso pasa con todos. Por ejemplo, con Lolita, me dijeron que tenía un Goya, y que le preguntase por eso. Yo soy un aficionado a la pintura que te cagas, de vez en cuando voy a las subastas, sobre todo cuando me deja Montoro. Y entré en casa de Lolita buscando el Goya colgado, y al final no pude más y le pregunté que dónde lo tenía, y me sacó el cabezón, y dije: ¡Pero no me jodas! Era un Goya de cine.

¿Ha habido gente que te haya dicho que no toques ciertos temas?
Mira, no, solamente uno, que es íntimo amigo mío, y me lo explicó tan razonablemente que le dije: «Vale, no hablamos de eso». Era un tema muy personal y familiar que yo conozco, y me dijo que era un problema personal grave.

¿Jesulín con Belén Esteban?
No, no, para nada. Jesulín es como yo, le da igual todo. No, es un personaje muy amigo mío al que le respeté lo que dijo, porque además era razonable y tampoco era de mucho interés público.

¿Te dejarías entrevistar por Pablo Iglesias o lo invitarías a tu casa?
Vamos a ver, gracias a Dios todavía puedo entrevistar a personajes que yo apruebe. Pablo Iglesias es un tío interesante y no me importaría nada entrevistarle, me gustaría saber qué tiene dentro de esa cabeza y me encantaría hacerle unas preguntas que probablemente no le han hecho nunca o nunca las ha contestado. Es más, te digo que es el primero al que quise entrevistar.

Y se ha negado
No, es que no me han querido contestar qué ha pasado. Yo no le conozco de nada y no le puedo llamar. No ha habido contestación.

"Pablo Iglesias fue el primero al que quise entrevistar"

¿Cuál es la entrevista que más te ha sorprendido?
La de Pablo Motos. Tiene una vida que es ¡un espectáculo! Ese programa es impresionante. Nadie sabe la vida de ese hombre y la verdad es que merece la pena escucharla. Como sorpresa, la de Pablo Alborán. Yo no lo conocía y es un chaval para comérselo, es un tío encantador.

Oye, y se puede decir que has tenido a Mariló tumbada en tu cama…
Sí (risas) Sí, sí, ¡y además estuvo un rato largo! Nos conocemos de toda la vida. Es el primer programa que grabé, quizás por cercanía.  Y también tiene una parte de entrevista muy simpática, decía que ella no es la mujer de nadie.

¿Vamos a ver a Fabiola en alguno de los programas?
Sí, el miércoles. Es que curiosamente el programa de Pablo Alborán es muy simpático porque Fabiola es fan de Pablo y mi hijo Carlitos canta una de sus canciones, y la canta muy gracioso. Estábamos todos en casa cuando grabamos y Pablo me dice: «Oye, yo quiero conocer a tus niños», y bajamos al piso de abajo, que es donde estaban los niños en su cuarto de juegos con Fabiola. Y Carlitos estuvo tocando el piano con Pablo, fue un momento muy simpático, muy divertido.

¿Qué te decían los niños de las cámaras?
Era un circo de narices, pero Carlitos sólo me decía: «Papá, ¿dónde está el catering?». A él le importaban un huevo las cámaras, buscaba el catering.

Por cierto, Bertín, ¿qué hay de esa segunda boda con Fabiola que has dicho en Marbella que te gustaría tener?
Es una cachondada porque de las primeras bodas uno nunca se entera. No sabes quién ha venido, quién no, tienes una castaña encima que no te enteras. Y digo: pues la repetimos –aunque habrá altas y bajas-, la hacemos igual y nos divertimos. Es una broma.

¿Y para cuándo?
Cuando nos vayamos de Sevilla.