Sabíamos que iban a hacer buenas migas fuera. A Belén Esteban se le ‘vio el plumero’ con Pilar nada más pisar al casa de GH Revolution. Se notaba que era su debilidad. La llamó “Pili” y le dio valiosos consejos, y una vez expulsada se ha convertido en su mayor defensora. Juntas han hecho frente común contra Miriam, y ayer, durante el Debate, protagonizaron un tensísimo rifirrafe. Que hasta acabó con una ‘peineta’ de la de la sien rapada.
Miriam pisaba el plató regalada. Orgullosa de su paso por el concurso. Según la gallega, ella ha sido la concursante de la que más vídeos han sacado y que ha conseguido crear más controversia. Para ella, esto ha sido un absoluto triunfo. Y si a esto le sumamos que ha conseguido enervar a Belén, mucho más. “Lo voy a decir clarito, al final, con la que más trabajo han tenido aquí los colaboradores, para ponerme a parir, ha sido conmigo”, y ahí explotaba Belén, “Venga ya, c***, que ya llega un momento que uno no se puede callar… ¡¿pero qué pasa que solo estaba esta señora de concursante?! ¡Chica, que había más gente! La más mala de la casa…”, “y de la que más hablaste fue de mí”, “hija mía, a mi me pagan aquí por estar tú aquí o por estás tú donde no tienes que estar”.
Miriam no quitaba su sonrisa y aseguraba que esta situación, tensa cuanto menos, no le importaba. Su actitud sacó de quicio no solo a la Esteban que acabó llamándola “la Paris Hilton de España”, sino también de Pilar, que pisaba por primera vez el Debate. La maña, tras comprobar que lo que le decía a su contrincante verbal no tenía ningún efecto, salvo despertar sus carcajadas, le espetó: “no te permito que te rías. A ti no te permito nada. Porque no vales absolutamente nada como persona”. Fue entonces cuando la empezó a jalear Belén. “Ríete de ti misma, de otros no te puedes reír. A ti el respeto que te han dado tus padres se te ha quedado en la suela de los zapatos. Tú fuiste la persona que decía que no criticaba el aspecto físico de alguien y estando en la cama dijiste (hacía referencia a lo que había visto en un vídeo en el que la gallega la criticaba) que hay gordas buenas y gordas malas”. Y le calzó una peineta. ¿La reacción de la otra? Continuar riéndose. Debe de ser no hay nada más divertido que trasnochar un domingo.