Belén Esteban ha renovado su armario. Bueno, mejor dicho, su cajón para la ropa interior y la lencería. Ha elegido para hacerlo la cadena especializada en hacer sentir sexies a las mujeres de medio planeta con sus sujetadores, braguitas y ¿alas? Hablamos de Victoria’s Secret, y más concretamente de la tienda que la marca de corsetería tiene instalada en Birmingham.

Poder sentirse una Alessandra Ambrosio de la vida no es fácil, puesto que VS cuenta con escasísimas tiendas en Europa. En España, más concretamente, solo dispone de dos pequeños locales en los aeropuertos de el Prat y de Barajas. Para poder disfrutar a pleno rendimiento de lo que es una experiencia de compra en uno de estos excesivos negocios hay que volar a otras ciudades europeas. La Esteban, aprovechando que estaba el fin de semana en Birmingham, no se resistió a arrastrar ‘al Migue’ hasta el centro comercial en el que se encuentra este paraíso de la lencería.

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¿Pero qué llevó a Belén a coger un avión hasta Birmigham? ¿Tan imperativa era la necesidad de renovar su ropa interior que tuvo que viajar a otro país? Como habréis imaginado, hay otro motivo… Unos meses atrás, y tras un descuido de Laura Fa, se supo que Andrea estaba enamorada. La adolescente tiene novio, y no ha podido escoger otro lugar para enamorarse que Birmingham. Podría haberse echado el novio en Colmenar Viejo, pero las flechas de San Valentín te alcanzan donde te alcanza. Así que aprovechando que llevó a su hija a reunirse con su amor, ella también declaró el suyo por la lencería. En este viaje todos salieron ganando.

Otra teoría que también gana peso es que Belén se encuentre a la caza de residencias y colegios mayores para el próximo año escolar de Andrea. La adolescente cumplirá 18 años este verano, y planea estudiar fuera de España su carrera. Ahora puede que madre e hija anden buscando la mejor opción para esta nueva etapa.

Además, mientras una ola de frío azotaba la Península, ella nos anunciaba la llegada de la primavera ante un florido jardín en Christchurch Passage, uno de los lugares más encantadores de la ciudad.

Ya nos la imaginamos volviendo cargada a Madrid de bolsas rosas con braguitas y tangas para ella y sus amigas, un chándal de terciopelo (bien calentito) para estar en casa y algún que otro pijama de la línea más juvenil y fresca para Andrea.