El juez José Castro ha tomado dos determinaciones respecto a la declaración de la infanta Cristina como imputada en el caso Nóos, el próximo 8 de febrero.

En primer lugar, Castro ha confirmado que la declaración se grabará en audio, pero no en video, y que no se entregará copia de la misma a ninguna de las partes. Simplemente una transcripción por escrito.

Igualmente, en una providencia dictada ayer ha confirmado que nadie, ni siquiera él mismo, podrá acceder al juzgado con teléfono móvil, ordenador o tableta, así como "cualquier otro dispositivo apto para la captación de imágenes o sonidos", para evitar que se filtre su declaración, respondiendo así a la solicitud del abogado de doña Cristina, Jesús María Silva. Una norma de la que solo estarán exentos los funcionarios adscritos al servicio de guardia. Todas aquellas personas que vayan a seguir la declaración tendrán que dejar los aparatos en el control de seguridad y pedirlos si desean usarlos en los descansos.

¿Habrá paseíllo?

Doña Cristina tiene tiempo hasta el día de antes para decidir si quiere acceder al juzgado en coche o hacer el mismo 'paseíllo' que realizó su marido, Iñaki Urdangarin, en febrero de 2012, aunque parece ser que, por motivos de seguridad, optará por bajar la rampa en coche. Lo que sí se sabe es que la entrada será por la puerta del juzgado de guardia, situada en la parte trasera, la única que se abrirá, excepcionalmente, por tratarse de un día festivo.

Se ha diseñado un amplio dispositivo de seguridad, como confirmó el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que incluye un extenso registro a las cloacas de un perímetro de seguridad y la colocación de francotiradores en los tejados. Así mismo, se cortarán al tráfico las calles que dan acceso al edificio de los juzgados, en la Vía Alemania de Palma.

Doña Cristina volará esa mañana a las 8:00 desde Barcelona con la compañía Vueling (está citada ante el juez a las 10:00) y está previsto que regrese ese mismo día, por lo que no se alojará en el Palacio de Marivent. La hija menor de los reyes es el primer miembro de la Casa Real que tendrá que prestar declaración ante el juez, imputada por un caso de corrupción.