Cuando Sara Montiel se enemistó con Carmen Sevilla por opinar sobre su boda con el cubano Tony Hernández

Aquel enfrentamiento distanció por un tiempo a dos mujeres que llevaron carreras paralelas con bastantes puntos en común

Carmen Sevilla y Sara Montiel
Gtres
Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Entre 2001 y 2003, Sara Montiel mantuvo una relación con Tony Hernández, un admirador cubano treinta y cinco años más joven que ella, de la que ambos sacaron provecho a través de la venta de exclusivas. Pero ese romance hizo un gran daño a la credibilidad de la manchega, con quien la prensa del corazón se ensañó en sus últimos años. Hasta sus propios amigos criticaron duramente aquel efímero matrimonio donde siempre planeó la sombra del montaje.

Después de que Sara anunciase su separación previo pago de su importe, Carmen Sevilla comentó en el programa de televisión 'Sabor a ti', de forma espontánea y sin mala intención, que a su amiga y compañera se le había ido un poco la pinza. A la manchega le sentó tan mal aquello que no dudó en despotricar contra quien precisamente había sido la madrina de su última boda (junto a la vedette Norma Duval). “Antes de juzgar a los demás hay que barrer la casa de uno mismo”, comentó una vehemente Sara a varios periodistas que buscaban dar carnaza a los consumidores de morbo farandulero. 

A eso añadió: “Carmen Sevilla, tú no eres nadie para juzgar, pero ya que lo haces te diré una cosa. Haz el favor de sacar a tu madre de la residencia donde la tienes internada y abandonada por padecer alzhéimer. Es muy cómodo que otros le limpien el culo a cambio de un cheque. Estás a tiempo de sacarla, de cuidarla tú personalmente, de atenderla como se merece. Mira que, cuando uno hace estas cosas, con el tiempo también le pueden pasar”. 

Sus palabras dolieron en el alma a Carmen, que evitó entrar en polémica pero sí quiso dejar claro que ella no había abandonado a su madre, Florentina Galisteo, que entonces tenía 99 años y llevaba alrededor de seis enferma de alzhéimer. “Mi madre está en un hotel sanatorio maravilloso, muy bien atendida, y aparte tiene otras dos enfermeras particulares estupendas. Es muy duro padecer esa enfermedad. Yo la veo y me la como a besos, pero en realidad no me conoce. Mi hermano y yo vamos todas las semanas a verla”.

Adoración por sus padres

En aquella misma entrevista, la actriz, cantante y presentadora explicó que confiaba plenamente en la profesionalidad de las personas que estaban cuidando de su progenitora: “Me planteé tenerla en casa atendida permanentemente por tres personas, pero al final me di cuenta de que necesitaba personal especializado en todas las materias para combatir esa enfermedad. Además, si surge una emergencia, en el lugar donde está pueden hacer todo por ella y no aquí en casa”.

Basta con tirar de hemeroteca para comprobar que Carmen siempre se consideró una mujer muy familiar a la que sus padres apoyaron en su carrera desde el principio. De Florentina, que fue testigo de sus grandes éxitos y viajó con ella por medio mundo, decía que la quería "con locura". Su padre, que solía recortar todo lo que la prensa publicaba sobre ella, pero por desgracia murió antes de que la artista resurgiera profesionalmente en Telecinco, era su "pasión".

Aquel enfrentamiento entre Sara y Carmen distanció por un tiempo a dos mujeres que llevaron carreras paralelas con bastantes puntos en común. Ambas poseían el don de la belleza, lo que había llevado a unos cuantos galanes a enamorarse hasta las trancas de ellas, y las dos lograron consagrarse como estrellas cinematográficas en tiempos difíciles. 

Según cuentan algunos, Carmen se llevó un gran disgusto cuando supo que ella podía haber protagonizado 'La violetera', que no solo revalidó el éxito de 'El último cuplé', sino que llegó a superarlo. Aunque la sevillana también encarnó un par de papeles (concretamente en 'La venganza', de Juan Antonio Bardem, y 'La guerrillera de Villa', de Miguel Morayta) que pudieron haber sido para la manchega.

Por otro lado, las dos artistas tuvieron una carrera longeva y triunfaron hasta pasados los ochenta años: Carmen presentó el programa 'Cine de barrio' hasta 2010, mientras que Sara volvió en 2009 a las listas de éxitos con la canción 'Absolutamente', grabada con el dúo Fangoria, y en 2012 viajó hasta Estados Unidos para ofrecer varios recitales en distintas ciudades del país.

Lograron limar asperezas

El momento de enterrar el hacha de guerra llegó cuando los ánimos se calmaron. No en vano, las dos siguieron viéndose y, en diciembre de 2006, Carmen se presentó en el ático madrileño de Sara y le hizo una entrevista para 'Cine de barrio'. Tan solo unos meses después, el Festival de Cine de Málaga otorgó a Saritísima su máximo galardón, la Biznaga de Plata, que recibió de manos de 'la novia de España'. “Es la más grande del cine español”, exclamó entonces la presentadora, que en 2009 fue diagnosticada de alzhéimer y pasó sus últimos años en una residencia a las afueras de Madrid, donde recibía la constante visita de su hijo Augusto y de su íntimo amigo Moncho Ferrer.

Sara, por su parte, terminó reconociendo que su historia con el operador de cámara cubano había sido un paripé. Aunque a lo largo de los años ofreció varias versiones sobre los verdaderos motivos que la llevaron a organizar aquella boda por cuya exclusiva se embolsó más de cien mil euros. “Se marchó a los ocho días de nuestra boda y regresó a los cinco meses para recoger el dinero que recaudó en los programas de televisión que hizo", señaló. "A los pocos días ya quería irse a Cuba. Estaba clarísimo que no sentía el menor cariño hacia mí, que solamente le movía el dinero”. Unos días antes de morir, la manchega confesó a un periodista que su casamiento obedeció a un pacto con el cubano para que este pudiera cumplir sus sueños y quedarse en España. 

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