Los últimos meses de la familia Casillas-Carbonero no han sido un camino de rosas precisamente. Iker sufrió el pasado mes de mayo un infarto de miocardio durante un entrenamiento con el Oporto, mientras que Sara (días después) era intervenida por un tumor maligno en el ovario. Ambos se encuentran de lo más motivados y optimistas para superar este duro golpe con el que les ha sorprendido la vida. Si ya el portero hizo públicamente una reflexión sobre su enfermedad, ahora ha sido el turno de la periodista. Y todo motivado por el detalle que ha tenido su hijo Martín, que le ha regalado una rosa con espinas.

"Este verano está siendo un poco diferente. Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero sobre todo están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca", ha comenzado escribiendo Sara en su cuenta oficial de Instagram.

La presentadora, que había vuelto a los deportes de Mediaset, ha querido sincerarse con todos sus seguidores y explicar cómo se encuentra tras enfrentarse a esta enfermedad.

"De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe. Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho", ha continuado escribiendo.

Hasta que no sentimos el peligro en nuestras propias carnes, no sabemos como vamos a reaccionar, pero Sara lo ha hecho de maravilla.

"La vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado. Una rosa con espinas, como la que me ha traído Martín a la cama. Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla me ha dicho que sí... Le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua. - ¿Ahora te gusta más? Le he preguntado. - No mamá, ahora no parece una rosa de verdad".

A pesar de esta complicada etapa que están viviendo, el apoyo incondicional de sus hijos les hace sacar fuerzas hasta de debajo de las piedras.

"Y tenía toda la razón, porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas. Siempre hay algo de dolor en lo bello y mucho de belleza en la adversidad", ha terminado diciendo.

Esta maravilla de publicación ha conseguido llegar a los 180.000 'me gusta' en menos de 24 horas. Compañeros de profesión y amigos no han querido dejar pasar la oportunidad de recordarle a Sara que "es muy grande" y mandarle todo el ánimo del mundo.

"Porque como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa", ha concluido.