Desolados. Así llegaban al tanatorio los hermanos Antonio Banderas y Javier Domínguez, los hijos de doña Ana Bandera, fallecida a las seis de la mañana de hoy sábado. Doña Ana, que fue maestra de instituto hasta que se jubiló, padecía alzhéimer y en los últimos meses apenas podía reconocer a sus seres más queridos. Pese a ello, murió arropada por los suyos en la clínica del Ángel de Málaga, en la que había ingresado hace unos días a causa de su delicadísimo estado de salud.

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Los restos mortales de la madre del actor fueron trasladados al tanatorio del parque cementerio de San Gabriel, en Málaga, donde quedó instalada la capilla ardiente. Antonio llegó de la mano de su novia, la holandesa Nicole Kimpel, que está siendo de gran apoyo en estos durísimos momentos. Con ellos estaba Javier, roto también por la pérdida de su madre. Está previsto que mañana domingo se celebre una misa por el alma de Ana Bandera en la parroquia de San Juan.

La enfermedad y el fallecimiento de Ana Bandera ha coincidido con largas estancias de Antonio en Málaga, ya que se instaló en su ciudad natal después de que en enero le diera un infarto. Fue entonces cuando decidió echar el freno a su carrera y tomarse las cosas con mucha más calma. Salvo algún viaje promocional, como los que ha hecho al Festival de Cine de Deauvile o al de Ischia, así como su desplazamiento a San Sebastián, donde se le entregó el Premio Nacional de Cinematografía 2017, Antonio ha querido quedarse en Málaga, junto a su familia. Además, estos días ha vuelto al trabajo, ya que precisamente rueda en su ciudad 'Genius', el documental sobre Picasso que realiza National Geographic.