Ana Rosa ha conseguido lo imposible en cuestión de una semana. Recién llegada de vacaciones, la presentadora se ha marcado dos de las entrevistas más esperadas de los últimos tiempos: la de María José Carrascosa tras haber cumplido condena en Estados Unidos y la de Juana Rivas. Y, por si le faltaba algo, ahora la presentadora también ha tenido que enfrentarse a las acusaciones que el marido de Rivas ha vertido sobre el programa que presenta. Pero, claro, no sabe que Ana Rosa no se anda con bobadas.

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Era la primera vez que Juana Rivas acudía a un plató y la expectación era mayúscula. Ana Rosa conseguía que la mujer que ha acaparado toda la atención mediática de las últimas semanas decidiese sentarse en directo para contar su historia. Una entrevista que, además de haberse convertido en un auténtico hito, ha hecho que el marido de Rivas haya decidido remitir un comunicado a los medios que no ha sentado nada bien a Ana Rosa.

El comunicado emitido por el abogado de Francesco Arcuri se asegura que Juana acudió a El programa de AR porque ahora se “vende por dinero”, extremo que Quintana ha desmentido radicalmente. “Supongo que este programa le habrá pagado a Juana el mismo dinero que le pagó a usted cuando estuvo en El programa del verano: Cero”, afirmaba Ana Rosa. “Es más, mi abogado ya se ha puesto en contacto. Como no retiren esto del comunicado, la que voy a demandar soy yo”.

La presentadora quería dejar claro que Rivas acudió al plató sin cobrar nada. “Nunca hacemos estas cosas porque siempre llegamos a acuerdos verbales con los invitados y jamás se paga a los invitados de esa sección”, continuaba Ana Rosa. “Pero, en este caso, como uno ya va conociendo con quién se juega los cuartos, hay un acuerdo firmado entre los abogados y la producción en el que se especifica que esta entrevista es sin contraprestación económica”.

Vamos, que Arcuri poco tiene que hacer con un acuerdo firmado sobre la mesa. De hecho, tanto ha molestado a Ana Rosa este comunicado que la presentadora le ha enviado un recado muy claro: “Así que, o lo retiras o la que demanda soy yo, listo”. ¡Claro que sí! No se puede consentir que vaya difamándose la profesionalidad de los demás sin aportar ninguna prueba. Seguro que, además de rectificar, a partir de ahora el marido de Juana mide mucho más sus palabras.