Alma Cortés cuenta los secretos de la tensa relación con su madre, Raquel Bollo

Muy lejos quedan ya las palabras de la colaboradora en esta revista, el pasado mes de noviembre, con las que confesó que cuando se enteró del embarazo de Alma, de 19 años, se le cayó "el mundo encima". Raquel Bollo nos abrió en ese reportaje las puertas de su casa y fue muy sincera al compartir cómo se enteró de la noticia y lo que supuso para ella. 

"Alma le habló primero a su hermano del embarazo y él me lo contó a mí. (...) Fue un shock, lo pasé mal por mi hija. Lloré, me disgusté mucho, me cabreé. La veía muy joven". Raquel que, a pesar de esto, fue adelante junto a su hija apoyándola en su decisión ha ido alimentando su ilusión por convertirse en abuela a lo largo de estos meses, y pronto lo hará por partida doble, ya que Junquera, la novia de su hijo Manuel, también espera un bebé.

Alma tiene muy claro que necesita a su madre al lado en estos momentos tan importantes para ella, y es que en ella, ha revelado a Lecturas, ha encontrado su ejemplo a seguir. "Me gustaría que mi hija recibiera de mí lo que yo recibo de mi madre. Ella ha sido maravillosa, mi mayor ejemplo. Mis abuelos también han estado siempre conmigo, a mi abuela la considero mi madre", nos ha contado.

La recién estrenada mamá ha asegurado que siempre ha valorado "muchísimo" a su madre, aunque "no se lo haya expresado, y aunque "a veces, lo tirara todo por la borda con una mala contestación". "Ahora que soy mamá, me doy cuenta de que despegarte por un segundo de un bebé tan indefenso, como mi madre tuvo que hacer con nosotros para irse a trabajar, es muy difícil", se ha sincerado.

Alma ha querido relatar los motivos reales por los que chocan tanto: "Con mi madre tengo mucha unión, aunque nos llevemos fatal porque somos iguales. Lo que pasó fue durísimo. Todo lo que sea público, además, duele el doble", ha terminado.