Alfonso Díez, viudo de Cayetana Fitz-James Stuart, luce su peor apariencia. Visiblemente desmejorado, más delgado y con un rostro marcado por el dolor, a nadie le cabe la menor duda que está sufriendo mucho la pérdida de su esposa, a la que adoraba. Su vida ha cambiado por completo y lo hará aún más cuando tenga que abandonar el palacio de las Dueñas, en donde vivió momentos muy felices junto a doña Cayetana, pero también el más duro, su muerte.
La muerte de la duquesa de Alba ha dejado un poco huérfana a Sevilla, pues todo el pueblo la quería y respetaba, como demostraron el día de su funeral y en la capilla ardiente. Así, muchos están siendo los homenajes que se le están haciendo a doña Cayetana y uno de ellos ha sido muy significativo, pues a él acudió Alfonso, que estuvo acompañado por el torero Curro Romero, gran amigo de la duquesa.
La gran ausente, una vez más, fue Carmen Tello, que está muy afectada con la pérdida de su amiga y más por el enfrentamiento creado con sus hijos. Hace unos días, Tello faltaba al funeral celebrado en Sevilla en memoria a doña Cayenata. Ni ella ni su marido acudieron, y llamó la atención que el matrimonio no asistiera dada la intimísima relación que los unía con la fallecida. Los rumores sobre un posible distanciamiento con los hijos sonaban con fuerza. Fue la propia Eugenia quien dijo que no "había habido ningún encontronazo" y que la pareja tenían sus asientos reservados en la iglesia.
En este acto se pudo ver a Isabel de León, marquesa de Méritos y presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, y el escultor Sebastián Santos Calero creador de una escultura de la duquesa de Alba, que se encuentra en los jardines Cristina de Sevilla.
Se da la circunstancia que Curro Romero suspendió un homenaje que le iban a hacer en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, como muestra de respeto hacia doña Cayetana, pero, sin embargo, sí ha estado en uno que se le ha hecho a ella.
Además, coincidió en el mismo día que en Madrid se celebró otro homenaje por parte del periódico La Razón. En ese caso, fue el primogénito, Carlos Fitz-James Stuart el encargado de recogerlo. Carlos será quien lleve el título de Duque de Alba y además, él ha heredado la mayor parte de la fortuna familiar, la que está concentrada en la Fundación Casa de Alba.